Corría el año 1963 y el NO-DO y una enorme tromba de agua provocaron que Soria tuviese que celebrar dos veces el Jueves la Saca ese año. Con nefasto resultado.
De las muchas anécdotas que nos dejan los miles de años de Fiestas de San Juan este año, que no podemos celebrar ninguno de nuestros festejos, es oportuno recordar el año en que Soria tuvo dos Sacas. Era 1963 y el NO-DO (Noticiario y Documentales) que usaba el franquismo para adoctrinar a la gente y que se proyectaba en los cines antes de las películas se interesaba por Soria y sus fiestas.
El objetivo era grabar durante ese año las Fiestas de San Juan o de la Madre de Dios y así luego poder enseñarlas a toda España. La cosa no había hecho más que comenzar cuando todo se torció el Jueves la Saca. Una enorme tromba de agua apareció de repente cubriendo los azules cielos sorianos. El todoterreno que trasladaba al cámara encargado de grabar el evento sufrió un pequeño altercado y la cámara cayó al suelo, perdiéndose parte del metraje.
El cineasta soriano Julián de Llana y Diego Hernández autor de Vivencias en el Monte de Valonsadero cuentan la historia a través de la asociación Nuestras Fiesta de San Juan. Sin poder concretar si fue el sábado o el lunes, lo cierto es que el régimen se movió para que la Saca pudiera grabarse. Se llevaron a Valonsadero extras y se grabaron varias tomas de la salida de los corrales de Cañada Honda.
Se usaron algunos novillos sobrantes, por aquellas se traían ya unas treintenas para celebrar las fiestas y hacer los cambios que fueran oportunas, junto a algún manso y alguna vaquilla. Eso explica que en el NODO (que puede verse a continuación) puedan verse imágenes que llaman, y mucho la atención. Primero la ausencia casi total de gente en la puerta en el momento de la apertura, luego el cambio de aspectos de los novillos y por último, y no menos sorprendente, los constantes cambios climatológicos. Ponemos el vídeo pero ojo, la historia continúa.
La celebración de dos Sacas no fue la única peculiaridad de aquellos Sanjuanes a causa del susodicho NODO. Resulta que en la ofrenda del Lunes de Bailas las cámaras de televisión tenían problemas para grabar por la sombra que proyectaba sobre la Virgen el propio Ayuntamiento. Resultado, la ofrenda se realizó justo frente a las escalinatas del ayuntamiento.
Pero los esfuerzos que hicieron los sorianos no dieron sus frutos y el resultado de lo publicado en el NO-DO disgusto a no pocos sorianos. En el periódico Hogar y Pueblo del miércoles 14 de agosto de 1963 se puede leer un artículo titulado “A vueltas con el documental de fiestas” que recoge bien el malestar de los sanjuaneros. “Deja mucho que desear” señalan. ¿Por qué? Básicamente por mezclar un poco todo y desordenar los días. “Una mezcla de todo y de nada” explica el periódico en una crítica que ahora pude parecer poca cosa pero que en aquel momento era un duro golpe.
El “revoltijo” con un “guion pobrísimo” ambientado musicalmente como solo puede hacer quien no ha estado nunca en fiestas hace referencia al tiempo traicionero soriano que provocó tantos estragos a los responsables del NO-DO. Para colofón del reportaje sobre las fiestas Sanjuaneras un poema de Machado, que pintar no pinta nada, pero a alguien debió parecerle muy soriano.