En torno a medio centenar de personas se congregan ante la puertas de los corrales para recordar una fecha que este año no ha podido ser.
El festejo de La Saca suele congregar en torno a las 25.000 personas de media en los últimos años. Hoy, jueves, 25 de junio, la edición para este 2020, suspendida por la crisis sanitaria, hacía que como en los días sanjuaneros previos, Valonsadero ha permanecido casi solitario.
En torno a medio centenar de personas, la gran mayoría de ellas llegadas a pie o en bicicleta, no han han querido continuar, de algún modo, con la tradición sanjuanera ante los corrales, en cuya puerta colgaba un pañuelo del Ayuntamiento y una pequeña alfombra de pétalos de rosa. Símbolos que testimoniaban la ausencia de los toros, y de la fiesta, en el paraje más querido por los sorianos.
Además, la Guardia Civil establecía distintos controles informativos, tanto a la salida de la capital como a la entrada de Valonsadero. Unas medidas que han dado poco trabajo a los agentes, a tenor de la concienciación y de los consejos oficiales dados para evitar acudir al monte.
Fotos de grupo, para dejar constancia, y ambiente resignado, sin faltar el ánimo festivo, han portagonizado los minutos anteriores y posteriores a las doce del mediodía.
Los tres chupinazos de aviso que dan paso a la salida de los toros tampoco han sonado para una Saca que ha contado con el 0,2% de aforo.