Tribuna al director remitida por Carmelo Herrero González, presidente Vox Soria.
La España que estamos viviendo con miedo, desánimo, ruina y enfermedad muchos de nosotros, pensamos que no nos la merecemos. Personas mayores y trabajadores -todos y señalando principalmente a nuestros sanitarios- no se la merecen.
Cinco meses luchando en una dificilísima y nunca vista peligrosa situación en la que las personas se han sobrepuesto para luchar por los demás, pero ya con un espíritu tocado de luchar también por uno mismo. Cinco meses de pesadilla infernal en mi opinión aumentada en lo político como reflejo de una clase dirigente , soportados en su poder algunos durante al menos diez años , cuyo ejemplo y ejercicio ha sido mirarse mucho más a su propio ombligo a través de separatismos ineficaces, comunismo trasnochado y una derecha blanda -más bien social demócrata- acomplejada en el fondo y sumisa en la superficie para acoplarse cómodamente en una ineficacia reconfortante para ella y duradera en cuanto no le exige trabajo ni decoro para mantener su estatus.
En lo social, ni un verdadero reconocimiento a todas las personas que trabajan en estas difíciles y duras condiciones que más pronto que tarde llevarán a preguntarse a muchos españoles e inmigrantes de bien si es mejor trabajar o subsidiarse con la sopa boba planteada año tras año en este supuesto progresismo lleno de un buenismo estúpido. ¿Hasta aquí hemos llegado a la hora de hacer el mayor esfuerzo para salir de este abismo en el que estamos metidos?
Así, estamos en una sociedad que a mi criterio va como pollo sin cabeza buscando una solución y unas directrices como pueblo y como nación que seguro no serán eficaces totalmente, pero que deben aportarnos más tranquilidad y seguridad ahora que demandamos más que nunca a nuestra clase política estar a la altura de estas difíciles circunstancias.
Desde mi modo de ver, es evidente que el plan nacional contra el coronavirus ya debería estar hecho para poder anticiparse a esto que parece claramente una segunda ola de la enfermedad. Las administraciones, desde la local a la estatal hablan de responsabilidades de las otras para obviar la suya propia. Y es obligatorio además que se eliminen gastos de chatarra ideológica y política pomposa para dedicar todos los esfuerzos y recursos a la sanidad, educación, seguridad, refuerzo de la atención a mayores y del sistema productivo en todos sus puntos esenciales y elementales para no dejar al país en bancarrota. Llegar a vivir una segunda ola habiendo conocido la primera será para España un fracaso como nación que no podemos permitirnos.
¡ Viva España siempre ¡