El Campus de Soria arranca sus clases el 28 de septiembre con la incorporación del nuevo edificio de I+D+i y con clases, en principio presenciales, guardando las medidas de seguridad, un esfuerzo para cuadrar aulas y horarios.
No todo es sencillo en la Universidad. Y menos en estos tiempos que se aventuran, donde la amenaza del virus sigue ahí, como también la obligación de imprimir normalidad a la impartición del conocimiento. El vicerrector del Campus Duques de Soria, José Luis Ruiz, afronta una realidad diferente, aún así “ilusionante, como cada curso, porque tenemos esa vocación, y porque cada año se renueva con nuevos alumnos”, para el arranque del día 28 de septiembre del periodo lectivo.
El cabeza visible de la Universidad de Valladolid en Soria muestra así optimismo para el ciclo 2020-2021, sin ocultar la amenaza que supone estar bajo ese fantasma que es el SARS-CoV-2 y que también influyó sobremanera en el devenir universitario. Clases no presenciales, readecuar la docencia que pasó a ser online, cierre del Campus, y aún más. “En apenas quince días, la UVa colaboró con personal cualificado para avanzar en la reducción del tiempo de resultados en las pruebas PCR”, recuerda, remarcando el papel que la universidad juega, no sólo en lo que es la transferencia de conocimientos, sino también en lo que supone estar al servicio de la sociedad.
Nuevo escenario
Pero ahora se abre un panorama nuevo, evidentemente distinto, que lleva a seguir trabajando, “con intensidad también” en la preparación del curso. De hecho, este septiembre el profesorado y la administración están realizando un esfuerzo “más que considerable” para adaptarse a nuevos métodos y maneras. “Con la inauguración ahora del edificio de I+D+i contamos con más espacios, y reforzamos también las capacidades audiovisuales”, describe. Y además, se ubicarán dos aulas de “teledoncencia, tecnológicamente más avanzada” para facilitar las clases, ya que el obligado distanciamiento obliga a reducir de modo drástico el aforo en las dependencias. Presencia de alumnado y cercanía con su profesor. De este modo, un docente podrá impartir su lección, en su propio despacho, aunque sus alumnos se encuentren en el aula.
Esta alternativa es una más de las que se plantean en el Campus para el ciclo 2020-2021, que da la bienvenida a un nuevo grado, el de Ciencias de la Actividad Física y el Deporte, que estará dentro de la Facultad de Educación y contará con profesorado de Ciencias Empresariales y del Trabajo y también de Ciencias de la Salud además del específico contratado.
Medio centenar de ofertas en todo el país, entre públicas y privadas imparten esta materia, siendo solamente en León, dentro de la Comunidad, donde está con carácter público, mientras que en Valladolid se halla dentro de lo privado, al igual que en Zaragoza. Para este curso son 40 las plazas habilitadas en Soria, cubiertas ya con creces. Exitosa la oferta, con 177 solicitudes, cuadriplicando ampliamente la disponibilidad del primer curso.
Las instalaciones universitarias de la capital albergan, a excepción de la capital pucelana, en el distrito de la UVa, el mayor número de grados y másteres del distrito universitario, con 10 grados, un programa de estudios conjunto, otro de doctorado y dos másteres. “La oferta universitaria en Soria es amplia y variada”, menciona Ruiz, confesando que no es partidario de comparaciones, pero incidiendo en que es necesario potenciar los másteres donde la UVa tiene en conjunto unos 1.100 alumnos. Se trata de una opción complicada para atraer un mayor número, ya que quienes han cursado estudios en el distrito prefieren darles continuidad fuera de estas ciudades.
Aún así, las opciones de captación de alumnado están siendo muy bien valoradas en Iberoamérica, y ahora se trata de lanzar la oferta hacia países asiáticos para que vengan a la UVa.
Bien dimensionado
El vicerrector indica que en la actualidad, la agrupación de los estudios en una sede como es el Campus hace que las instalaciones se encuentren “bien dimensionadas”, sobre todo tras la conclusión del edificio I+D+i que abrirá en breve. Por el contrario, con anterioridad, los grados eran impartidos en otras dependencias, dispersas por la capital, lo que aumentaba los costes y “no se daba una sensación de campus. Y aunque parezca que no soy reivindicativo, las instalaciones ahora están bien. Hay que ser realistas y seguir trabajando en la estabilización de la plantilla, tanto del profesorado como de personal administrativo”.
Aquí, el responsable universitario admite que existe una “excesiva” temporalidad en ambos apartados, por lo que aboga por la funcionarialización. Un proceso “difícil”, aunque ya se van dando los primeros pasos, como la contratación de cinco plazas estratégicas de doctor, de las nueve ofertadas por la UVa para todo su ámbito. “Hay una sensibilidad por parte de la Universidad con los campus”, ha aplaudido, refiriéndose al rector, Antonio Largo, quien ha visitado Soria en una decena de ocasiones durante los dos años que lleva de mandato. “Son gestos que ayudan a hacer universidad”, remarca.
De hecho, hay cosas que han cambiado. La apertura del Campus en fines de semana, incluso hasta las cuatro de la madrugada, para facilitar el estudio del alumnado, ha sido una de las medidas adoptadas recientemente y que han tenido una gran aceptación. Y con un plus de esfuerzo: “Ha sido necesaria la contratación de una empresa de seguridad, lo que es un coste añadido”.
Sin embargo, una de las mayores preocupaciones para el vicerrector pasa por facilitar la llegada de profesorado a Soria, que “debe quedarse”. Para ello, se inclina por unos salarios más dignos comparados con titulados docentes en Europa ya que aquí un profesor doctorado ronda los 2.200 euros, habida cuenta que “llevan toda una vida formándose y aumentando conocimientos”. Y otro punto más: profesores ayudantes o asociados y en su caso a tiempo parcial, que tienen muchas dificultades para alcanzar el marchamo oficial de personal docente universitario.
Alquileres
Aquí ha apuntado que una opción sería el facilitar vivienda en alquiler a precios asequibles para los profesores, ya que el llegar de fuera, con unos sueldos muy ajustados, se trata de algo no muy atractivo para “iniciar un proyecto de vida en una ciudad pequeña y que no conoces”. Algo que podría venir de la mano de las administraciones, como Ayuntamiento, Diputación o Junta que disponen inmuebles que podrían ser habilitados para ello.
Para este curso entrante, el sistema “garantista” de incorporación de nuevo profesorado requiere “sacar los concursos antes, agilizándolos mediante la administración electrónica para acortar plazos. El camino va por ahí. Este tipo de profesores son de carácter asociado y en la medida que incrementemos el número de docentes con vinculación permanente, esos problemas van a reducirse. Es un tema recurrente, pero tampoco tan importante. A veces se magnifica. Hay cauces legales que hay que cumplir”.
De hecho, los contratos temporales del profesorado asociado terminan cada 31 de agosto, por lo que deben de ser renovados automáticamente, convocarlos en concurso, o en su caso tramitarlos de urgencia. Unas opciones que llevan aparejados otros trámites internos en el seno universitario. Además, es necesario hacer atractivas las plazas, dando posibilidad de impartir clases en horarios de tarde, ya que existe profesorado que tiene ocupación en otra actividad profesional por la mañana. “En el Campus tenemos que hacer un mayor uso de sus espacios, y más por la tarde, porque con el nuevo grado vamos a ir creciendo”, aventura.
Más grados
Ante la posibilidad de aumentar el número de grados, Ruiz se muestra cauto, ya que no es cuestión de avanzar porque sí. “Implantar una titulación es algo serio, que lleva su cauce y en muchas ocasiones es un brindis al sol”. De hecho, en Segovia, donde no hay estudios de Enfermería, los están solicitando, algo que la UVa ahora valorará, si bien la tradición en Soria, donde están presentes hace ya 55 años, sigue consolidada con 1.006 solicitudes de entrada este curso. “Es el segundo centro de la UVa más demandado”, afirma, sumando igualmente que “no se trata de aumentar en cantidad, sino en calidad”.
Con los datos de última actualización, es preciso decir aquí que ya se cuentan 440 nuevos alumnos matricualados, “una buena cifra si esperamos además la EBAU de septiembre”. La matrícula para los másteres todavía no está disponible.
Crecer
Pero la administración universitaria no queda ahí. Hay ámbitos que quizá la sociedad no percibe, y que pasan por sinergias entre campus dentro del mismo distrito. “No debe de ser una rivalidad. Todos queremos que Soria crezca, pero estoy convencido que con la colaboración también se crece”.
Así, para este curso se están potenciando las capacidades audiovisuales, con aulas específicas “muy bien equipadas” con tecnología avanzada, amén de pizarras electrónicas en todas las clases del Duques de Soria. “Hay que decir que el Campus está muy bien equipado, y el nuevo edificio ayudará a ello, sin duda”.
La Merced
Importante también es para el vicerrector la residencia universitaria en el antiguo convento de La Merced. Un edificio propiedad de la Diputación y donde hay alojados 70 alumnos, y cuya gestión ahora, con la pandemia precisará habitaciones individuales reduciendo el número de plazas, aunque conservando un precio “muy competitivo, en torno a los 700 euros, con todos los servicios los siete días de la semana”.
Pese al coste añadido que implican los cambios, se mantendrán los servicios como hasta ahora. En este apartado también se inclina por ayudar al estudiantado en los alquileres.
Becas
Ruiz ve que el Plan Soria sería una de las alternativas para ayudar a los grupos de investigación mediante, por ejemplo, las becas predoctorales. Son cuatro años de estancia en Soria, con un coste de 70.000 euros, en una inversión cuyos frutos “no se ven de inmediato, aunque sí a futuro, porque los becados podrían quedarse aquí después de cerrar el ciclo. Es sembrar para recoger”.
Se trata de dar continuidad a un camino en el desarrollo de programas, itinerario en el que Ruiz agradece la complicidad de Ayuntamiento y Diputación, que son “sensibles” a lo universitario, porque es también un motor de progreso, para capital y provincia. De hecho, el Plan Soria también proporciona ayudas de matrícula al alumnado, lo que lleva a inclinarse a seguir estudiando en Soria en vez de hacerlo fuera.
Virus
El último tramo del pasado curso supuso un hito para el Campus y la UVa. “Hubo aciertos y también fallos”, admite, pero siempre con el apoyo de todo el personal de la Universidad. “Hubo que utilizar plataformas con sus licencias que tuvieron que ser renovadas para el campus virtual. Y gente trabajando fines de semana sin parar, muchas horas al día para que esto funcionase”.
Recuerda aquí que en una ocasión “se nos cayó todo el sistema”, debido a una avería de Iberdrola en Valladolid, cerca del centro de datos. “Nos quedamos sin red todo un sábado y parte del domingo. En este caso no fue responsabilidad nuestra”.
Para el nuevo período, la UVa baraja distintas opciones sin descartar el regreso a las clases online. El nuevo edificio de I+D+i quedará habilitado para respetar distanciamientos. Y a mayores, ha habido que digitalizar todo el Campus mediante un mapa de espacios seguros y recorridos, para garantizar el distanciamiento y las condiciones del Plan Covid-19, que son las mismas que para toda la UVa y que están la web de la Universidad. Junto a ello, se habilitarán nuevos horarios.
Un puzzle donde se han tenido que reajustar piezas, espacios y también voluntades.