De los once registrados, tres tuvieron lugar en la provincia de Soria.
La Institución Fernando el Católico de la Diputación de Zaragoza ha editado el libro 'Aviones del Moncayo', una exhaustiva investigación en torno a once accidentes aéreos que se produjeron en la cumbre del Moncayo y sus inmediaciones durante las décadas de 1970 y 1980. Esta obra del geólogo e investigador de aviación Michel Lozares incorpora nuevo material documental sobre estos siniestros y abunda en las historias personales de las tripulaciones, así como en el papel de las personas del entorno del Moncayo. En la provincia de Soria fueron tres los siniestros, en Ágreda y su barrio de Valverde, y en Cueva de Ágreda.
La obra, que ha contado con la colaboración del jefe de unidad de Agentes Forestales del Ayuntamiento de Tarazona, Ismael González, es una completa recopilación que amplía la primera publicación editada en 2008 por el Centro de Estudios Turiasonense. Mientras esta primera tiene como fuente documental inicial los restos de las aeronaves que todavía quedan en las faldas del Moncayo, en esta edición, sustancialmente ampliada, se incorpora numerosa documentación sobre cada uno de los siniestros, y se abunda en las historias personales y biografías de los tripulantes, así como en el papel que tuvieron los habitantes de la zona que fueron testigos y, en algunos casos, incluso auxiliaron a las víctimas. La publicación enmarca estos trágicos sucesos como parte de la historia del macizo, de las localidades de su entorno y de la impronta que ha dejado en sus habitantes.
La cercanía de la cumbre del Moncayo a las rutas de aproximación al polígono de tiro de las Bardenas Reales (Navarra) es lo que hizo que esta zona fuera sobrevolada por numerosas aeronaves. Las causas, en la mayor parte de los accidentes, fueron errores de navegación en condiciones de meteorología adversa, y, en otros casos, fallos mecánicos.
El libro incluye los accidentes en los que se vieron involucrados siete aviones militares de la USAF (Fuerza Aérea de los Estados Unidos, en sus siglas en inglés) y uno español; un bombardero republicano derribado durante la Guerra Civil Española que participaba en la Batalla del Ebro; un avión de enlace de la Legión Cóndor que realizó un afortunado aterrizaje en la mencionada contienda; y una avioneta civil. Cuatro de ellos acabaron en las laderas del Moncayo y el resto en sus proximidades. Salvo en tres de los casos, los ocupantes de los aparatos fallecieron.
Historias personales
El libro contiene detallados relatos de navegación de cada suceso, esquemas de localización de restos, cartografías, informes oficiales, infografías de maniobras aéreas, fotografías de época y láminas a color de cada modelo accidentado elaboradas por Miguel Ángel Andrés, además de numerosa documentación extraída de la Comisión de Investigación de Accidentes e Incidentes de Aviación Civil, del Archivo Histórico del Ejército del Aire y distintos centros documentales de las Fuerzas Aéreas Norteamericanas y hemerotecas, entre otros.
“En esta publicación hemos querido destacar el aspecto humano de los accidentes en todo lo que hemos podido, hablando de quiénes eran los pilotos y tripulantes, sus carreras, sus sueños, y también de los testigos y las gentes del Moncayo, como un homenaje a ellos”, explica el autor, Michel Lozares.
Así, en el presente trabajo se describen entre otros los perfiles del capitán de la USAF Walter Herbert Buck a través de los testimonios de los que fueron sus compañeros en la Guerra de Vietnam, o de la joven Ana María Sanguillao, que estaba llamada a ser la primera mujer piloto de Iberia. Sobre los otros protagonistas, los habitantes del entorno del Moncayo, el libro reúne 40 años después a los que entonces fueron cuatro jóvenes de Tarazona que descubrieron en la loma del Cerro de San Juan, en la vertiente soriana del Moncayo, los restos del F-4G, un ‘Phantom’ norteamericano, o el testimonio de José Luis Bellido Cintora, que el 30 de julio de 1969 auxilió junto a su primo al capitán William Taylor Wasburn tras estrellarse cerca del campo en el que laboraban, en el paraje de La Canaleta, en Torre de Ambel. Las Navidades de aquel año un helicóptero norteamericano lanzó juguetes sobre el pueblo en agradecimiento por la ayuda prestada a su compatriota.
El libro también recopila encuentros y homenajes realizados en la zona a las víctimas, como la emotiva inauguración el pasado 13 de junio de 2020 de un memorial en El Buste en recuerdo de los cuatro aviadores norteamericanos fallecidos en el accidente de dos Phantom 48 años antes.
La publicación recoge una investigación que se dilata a lo largo de 14 años, un trabajo que sigue vivo en el relato aeronáutico y también humano por la constante aparición de documentos y objetos personales, como muestra el hallazgo reciente de un bolígrafo protocolario que pudo pertenecer a alguno de los militares de mayor graduación, o la alianza de uno de los pilotos fallecidos hallada por unos excursionistas en su ascenso a la cima.