La desilusión más grande para todos los sorianos ha llegado al final de la etapa. La niebla ha impedido ver desde el aire la Laguna Negra.
La Vuelta, en su tercera etapa, ha recorrido la provincia de Soria desde Yanguas hasta la Laguna Negra pasando por Garray, la capital, Abejar, Molinos de Duero y Vinuesa, entre otras localidades. 190 países han podido disfrutar de imágenes espectaculares de la provincia, muchas ellas gracias a la participación de un helicóptero que ha sobrevolado el recorrido montrando buena parte de los recursos naturales y patrimoniales que posee Soria.
Objetivo cumplido para la Diputación Provincial y el Ayuntamiento de Vinuesa que desembolsaron 85.000 y 10.000 euros respectivamente para integrarse en este evento deportivo que cada día reúne a algo más de 1 millón de espectadores, solo frente a las televisiones de España.
Aún así, no todo son alabanzas para la retransmisión. Por momentos ha resultado bastante desesperante escuchar comentar datos históricos sobre los monumentos sorianos a quien los está leyendo de una hoja. Es comprensible que quien comenta un evento deportivo no tenga conocimientos de cada lugar por donde este transcurre, se debería forzar menos la máquina pues poco aporta al espectador en la mayoría de los casos y puede conducir a errores de bulto como ha sucedido esta tarde.
El más relevante, y que ha chirriado en los oídos de todo soriano que se ha sentado en el sofá dispuesto a presumir de su tierra, ha sido la confusión entre el monte Valonsadero, sagrado para todos los sorianos, y el Pico Frentes, casi igual de venerado. "Aquí tenemos el monte Valonsadero, una montaña que se ve muy bien desde Soria", han sido las palabras exactas.
No ha sido el único equívoco. Abejar se ha transformado en Abéjar en alguna que otra ocasión y nuestra Playa Pita es ahora la 'playa de Pita'. Otros dos ejemplos de una narración que ha resultado demasiado errática.
Pero la desilusión más importante para todos los sorianos no ha tenido nada que ver con un error humano. La meteorología se ha empeñado en que la Laguna Negra sea rodeada de ese halo de misterio que siempre le acompaña. La niebla ha impedido que se pudiesen ver las más bellas imágenes aéres de una de las joyas naturales de la provincia. Toda una pena.