Soria pierde uno de sus árboles notables como consecuencia de la borrasca Bárbara.
Soria se despide de uno de los árboles más singulares de los muchos que pueblan la provincia. En el corazón de la capital, el parque de la Alameda de Cervantes daba cobijo a un sauce llorón que ha sido testigo del devenir de la capital.
Este sauce llorón, Salix babilonica, de la Dehesa estaba considerado como árbol venerable pero, en estos momentos, los técnicos de parques y jardines del Ayuntamiento de Soria proceden a la retirada de lo que queda de él después de sufrir los envites de la borrasca Bárbara.
No pudo soportar el poder del viento este símbolo de la capital. Se despiden de él quienes recibieron cobijo en su sombra o compartieron secretos bajo sus ramas.