Con un gasto medio de unos 50 euros en centros florales, el cliente se debate entre las nuevas tendencias o los más tradicionales.
“Personalizados y con especies florales variadas”. Así son ahora los centros y ramos con los que homenajeamos a nuestros fallecidos. A diferencia de los de hace unos años, repletos de claveles y crisantemos fruto de la tradición heredada de nuestros mayores, los arreglos actuales incorporan ahora gerberas, liliums, leatrix, lisianthus y alstroemerias, entre otras muchas variedades.
Las floristerías asociadas a la Federación de Empresarios de Comercio (FEC Soria) han empezado ya a recoger encargos de cara a Todos los Santos, una festividad marcada este año por la pandemia que obliga a los profesionales del sector a reforzar las medidas de prevención en sus establecimientos.
Con comercios que suman más de 200 años de experiencia acumulada, los floristas de Soria capean este año la crisis provocada por la pandemia de Covid-19 con la esperanza de que la “mayor y más corta” campaña del año –el 1 de noviembre– ayude a paliar la suspensión de bodas, comuniones, fiestas repletas de flores, como San Juan en la capital, o la Semana Santa. “Esta fecha no salva un negocio, pero ayuda”, reconoce Fernando Maján, de la floristería Mis Flores de la capital.
Con la vista puesta en las posibles restricciones de movilidad, los floristas asociados ya notan el incremento de trabajo que les supone esta campaña, en la que han fortalecido los protocolos de seguridad e higiene y habilitado medidas con las que evitar las tradicionales aglomeraciones en las tiendas.
Así, se ha extendido el servicio que venían manteniendo desde hace unos años de envíos de centros y ramos directamente al cementerio previa compra telefónica u online, bien sea a través de sus webs y redes sociales o a través de www.compraensoria.com.
“Esperamos que no haya confinamientos ni demasiadas restricciones”, confía Elisa Calonge, de Floristería Matres, en la ciudad de Soria. Pero incluso si los hay, “a nosotros, floristas, se nos permite entrar al cementerio, así que podremos llevar las flores directamente a la tumba y, una vez depositadas, enviamos foto al cliente de cómo quedan. Hay que adaptarse a la nueva situación”.
El sector ha llegado a un acuerdo este año con el Ayuntamiento de Soria para facilitar la carga y descarga de flores en el cementerio de la capital durante los días previos a la fiesta del 1 de noviembre.
La ampliación de horarios comerciales para dar más margen al cliente es otra de las fórmulas que aplicará Cristina Romero en Floristería Mónica que dispone, además, de un punto de recogida en un local junto al cementerio donde retirar las compras tras hacerlas vía teléfono. “Así evitamos que nuestros clientes tengan que recorrer la ciudad”.
La tradición de elegir directamente las flores en la tienda para que los floristas compongan los centros en el momento y a la vista del cliente también se verá alterada estos días.
Pese a que todos los años –este también– el comprador puede elegir entre los centros terminados y expuestos en el establecimiento, “este año reforzaremos los modelos de los arreglos para que la gente no espere en el comercio y haremos más unidades”.
El servicio a domicilio o directo al cementerio se ha hecho siempre, explica Maján, “pero este año con más razón. Este año vamos a subir más, porque además es complicado atender a todos en las tiendas”.
Ayudará también a evitar aglomeraciones la previsión de los clientes. “Este año la gente está encargando antes para organizarse. Es fundamental la organización para garantizar la distancia de seguridad interpersonal”, insiste Silvia Cid, de la Floristería Cid, en Almazán.
Con la logística ya organizada, el cliente tendrá que pensar sólo en qué centro o ramo prefiere. Con un gasto medio de unos 50 euros en centros florales, el cliente elige entre las nuevas tendencias y los arreglos más tradicionales. La experiencia de los profesionales de este sector en Soria, permite constatar la evolución de este mercado.
“La gente empieza a perder el gusto por lo típico y ahora nos piden composiciones más variadas”, explica Fernando Maján, de Mis Flores. “Sí, cambia el tipo de flores que quiere la gente, ahora la rosa es más especial y el cliente apuesta por ella”, corrobora Cristina Romero desde la floristería Mónica.
Maján, florista de cuarta generación –“tengo presupuestos de mi abuelo del año 27”, explica–, no duda cuando asegura que los sorianos “preferimos mayoritariamente la flor cortada”, aunque reconoce que “los centros de plantas de exterior se han puesto de moda porque duran más y rivalizan con los crisantemos de bola, que aquí se asocia a cementerios, aunque en Europa son motivos de decoración en las casas y decoran a Puppy, el perro del Museo Guggenheim de Bilbao.
También en el sector ha nacido Silvia Cid. “Soy la segunda generación, aunque el comercio en otras etapas tiene ya 100 años. Yo me he criado entre flores y tengo una hermano con viveros”, cuenta la florista adnamantina, cuyo recorrido personal y profesional le ha permitido constatar cómo ha evolucionado el mercado de la flor funeraria.
“Mucho, ha cambiado mucho”, asegura Cid, “se ha aumentado la variedad de flor y ahora no funcionan los cinco modelos de centros siempre, tenemos que personalizarlo en función de los gustos del cliente”, asegura.
Aunque los tradicionales crisantemos y los claveles rojos “se venden muchísimo”, en opinión de Elisa Calonge, de Matres. “Las rosas rojas también”, explica. Y rojos son los colores que los más conservadores suelen elegir. “Blancas y rojas suelen ser las más pedidas, aunque la verdad es a gusto del cliente”, cuenta Cristina Romero desde Floristería Mónica.
La decoración con flores de las tumbas y los cementerios hunde sus raíces en la Edad de Piedra. El primer registro documentado por la arqueología de tumbas decoradas con flores se realizó en el norte de Israel, en un asentamiento de entre 13.700 y 11.700 años de antigüedad.
La mayoría de las sociedades y religiones de los cinco continentes han adoptado el uso de flores y pétalos en sus rituales funerarios que tienen en España su máximo apogeo el 1 de noviembre, Todos los Santos.
Los floristas se integran en la Federación de Empresarios de Comercio de Soria (FEC Soria), una de las 44 Asociaciones Sectoriales que forman parte de la Federación de Organizaciones Empresariales Sorianas (FOES).
Constituida en 2001, FEC Soria integra en su estructura a seis asociaciones: Asociación Soriana de Empresarios de Comercio (ASECO); Asociación Soriana de Carniceros (ASOCAR); Asociación Soriana de Confitería, Pastelería, Bollería y Repostería (ASEC); Asociación de Joyeros, Plateros y Relojeros de Soria; Asociación de Empresas de Distribución de Alimentos y Bebidas de la Provincia de Soria (ADISO) y Soriacentro-Centro Comercial Abierto de Soria.