El Duatlón de Soria cumple este fin de semana su XVI edición reinventándose de nuevo para adaptarse a las medidas de seguridad sanitaria obligadas por la pandemia. Como no podía ser de otra forma, ha habido que realizar una importante reducción de participación, mientras que los circuitos se han sacado del centro de la ciudad para llevarlos a las pistas de Los Pajaritos, donde el público ni los acompañantes de los deportistas tendrá acceso para evitar aglomeraciones. Pero más allá de estos cambios y de las medidas de seguridad habituales de distanciamiento social, uso de gel hidroalcohólico y mascarilla hasta segundos antes de la salida, lo que realmente supone un cambio sustancial con respecto a cualquier edición anterior, es el formato de salida contrarreloj, sin posibilidad de ir a rueda, que conlleva una situación de carrera muy diferente a nivel estratégico.
He aquí la dificultad para establecer cualquier tipo de conjetura sobre los resultados posibles y el desafío que supone para la organización, y sobre todo para los deportistas, a nivel competitivo, esta nueva cita. Y es que cabe recordar que habitualmente el formato del duatlón sprint de Soria se realizaba con una salida conjunta del primer segmento a pie, que en esta ocasión se desarrollará en el interior del estadio con 5 kilómetros y con salidas de dos en dos cada 8 segundos. Los circuitos rompepiernas por el parque de la Dehesa se trasladan ahora al tartán, mientras que el segmento ciclista sí que mantiene las principales señas de identidad, con muchos kilómetros similares en dirección hacia Navalcaballo.
Sin embargo, el hecho de que los deportistas no puedan ir a rueda y formar grupos, obliga a una lucha contra el reloj y contra las habituales rachas de viento que soplan por el sinuoso terreno ciclista de esta prueba. Las referencias visuales, la adaptación a la postura aerodinámica, la potencia y la capacidad de concentración, adquieren una relevancia mayor, frente a las situaciones estratégicas de la modalidad convencional, en la que los relevos sobre ruedas podían jugar un papel determinante. Tras los 20 kilómetros ciclistas, ya de regreso a las pistas, con la transición en el terreno de juego, los atletas realizarán los 2,5 últimos kilómetros corriendo.
En categoría masculina, los diez primeros dorsales otorgados por la Federación Española de Triatlón (Fetri), corresponden a Alberto Romero, Urko Herrán, Iván Gil, Armando García, Axel Badía, Hossain Kaanache, Alberto Rubio, Diego Martín, Celestino Fernández y Miguel Arbesú. El dorsal 11 es para un conocido de la parroquia soriana, Adrien Latestere, campeón de las dos últimas ediciones del Duatlón de Berlanga de Duero. Justo por etrás, con el 12, el soriano Nacho Barranco y con el 13, otro soriano, Víctor Carrasco. No obstante, hay otros duatletas de fantástico nivel con dorsales posteriores, por lo que habrá que esperar a que se detenga el cronómetro para tener al campeón.
La cita femenina llega desbordante de talento, con el primer dorsal para Sonia Bejarano, que buscará redimirse de cuentas pendientes con esta prueba. Junto a ella, Marta Pintanel, Evar García, Paula Herrero, Raquel Arostegui, Tania Álvarez, Joselyn Brea, María Varo, la cuellarana del Triatlón Soriano Marina Muñoz y cierra Marta Romance. Justo por detrás en cuanto a orden de dorsales se refiere estará la palentina Emma Pérez y Andrea Mediero, también ganadora en Berlanga de Duero en 2019 y la vallisoletana Esther Gómez. En cualquier caso, y como en la prueba masculina, llegan con opciones deportistas con otros dorsales que también habrá que seguir de cerca.
EL DOMINGO, NUEVA SESIÓN
El domingo continuará el desafío con la prueba de paratriatlón y el desarrollo del Campeonato de España de Duatlón Media Distancia, que también pone en juego el Campeonato de Castilla y León de la modalidad, dominado en las últimas ediciones por el corredor local Rubén Andrés. En este caso la prueba contará con una distancia de 14 kilómetros de carrera a pie, 55 kilómetros de ciclismo y 7 kilómetros finales a pie.