El alcalde de la capital remarca que "cuando los profesionales sanitarios están en desacuerdo con las formas de gestionar la pandemia, mal va el camino a seguir".
Durante la visita que giraba a las obras de la muralla medieval que bordea una buena parte de la ciudad, el alcalde de Soria, Carlos Martínez Mínguez ha respondido a las preguntas de la prensa sobre la situación que se está derivando a causa de la pandemia y sobre todo a la dimisión del jefe de Atención Primaria, Javier Iglesias.
Un hecho este que ha considerado como "negativo" y que refleja las diferencias entre los profesionales y los gestores de la sanidad soriana. "Cuando los profesionales sanitarios están en desacuerdo con la forma de gestionar la pandemia mal va el camino a seguir", ha mencionado. De paso, ha recordado que ya en marzo comenzó a solicitar refuerzos en la sanidad y ahora se va conociendo la merma de efectivos, como la pérdida de nueve médicos en distintos destinos de la provincia. Se trata de una "malísima gestión", ha calificado, a la vez que ha remarcado que "más allá de las polémicas lo que necesitamos son soluciones".
Por ello, ha pedido a la Junta que "escuche" los testimonios sobre esta situación, e incrementar la dotación de personal sanitario en capital y provincia, ya que "hay que ser realistas: no esperamos que nadie haga magia", ha dicho, explicando que "hacer más con menos personal es casi llegar al insulto".
Así las cosas, ha significado que "hay otro frente" para combatir la pandemia ahora, como es el aumento de efectivos y ha sumado que se están aplazando intervenciones quirúrgicas ante la posibilidad del avance del número de infectados, lo que ha llevado a mantener zonas como la de reanimación para dar cabida a estos pacientes.