Con esta partida se llevará a cabo pruebas que requieran la aplicación de técnicas de biología molecular tanto para la detección de enfermedades zoonósicas, transmisibles al hombre y, por tanto, con trascendencia en salud pública, como de enfermedades con gran repercusión en las producciones animales.
El Consejo de Gobierno ha autorizado esta mañana la compra de elementos de diagnóstico en laboratorio para la realización de las pruebas analíticas para la detección de los antígenos de diferentes enfermedades incluidas en los distintos programas sanitarios que forman parte del Programa de Vigilancia, Prevención, Control y Erradicación de Enfermedades de los Animales en la Comunidad de Castilla y León. A esta adquisición se van a destinar 600.644 euros.
La Consejería de Agricultura, Ganadería y Desarrollo Rural va a adquirir elementos de diagnóstico de diferentes enfermedades por el método de reacción en cadena de la polimerasa (PCR). Se necesitan 120.000 kits de extracción de DNA y RNA de alta calidad mediante tecnología magnética para equipo automatizado y 120.000 amplificaciones para la detección de DNA con alta sensibilidad y especificidad.
De este modo, la Consejería de Agricultura, Ganadería y Desarrollo Rural dispondrá de los recursos necesarios para la realización de técnicas de biología molecular, como es la reacción en cadena de la polimerasa (PCR) que permita la amplificación de ADN o ARN, para la identificación y posterior caracterización molecular de los agentes causantes de enfermedades animales, tanto en muestras procedentes de animales domésticos, como de fauna silvestre.
Estas técnicas, implantadas en la Red de Laboratorios Oficiales de Sanidad Animal de la Consejería desde hace más de diez años, contribuyen a establecer mapas epidemiológicos de la difusión de las distintas enfermedades animales que tienen importancia sobre las producciones animales y/o la salud pública y que permiten tomar decisiones precisas en materia de sanidad animal, minimizando el impacto que las restricciones a movimientos animales y a la comercialización de productos de origen animal conllevan a los ganaderos y salvaguardando la salud pública y la seguridad alimentaria.
Adicionalmente, permiten el diagnóstico precoz de enfermedades en las que otras técnicas de serología convencional serían menos sensibles.