El Consejo de Gobierno aprueba la Estrategia Regional de Vehículos de Energías Alternativas para la región con el establecimiento de medidas como alcanzar otros 3.000 de gas licuado del petróleo, además de conseguir una red de recarga o suministro suficiente para cubrir sus necesidades de movilidad. Se prevé un impacto presupuestario de 32,3 millones de euros en el periodo 2020-2023 en el conjunto de la Administración autonómica.
El Consejo de Gobierno de la Junta de Castilla y León ha aprobado hoy, a propuesta de la Consejería de Empleo e Industria, la Estrategia Regional de Vehículos de Energías Alternativas en Castilla y León 2020-2023, cuyo objetivo es impulsar el uso de este tipo de vehículos y desarrollar la infraestructura necesaria para dar soporte al nuevo parque de vehículos de energías alternativas en la Comunidad. El Gobierno autonómico pretende con ello que Castilla y León se convierta en una de las comunidades de referencia tecnológica en el sector de vehículos de energías alternativas, en su triple vertiente de vehículos, componentes e infraestructura de recarga/suministro.
La Estrategia contempla una batería de medidas que van a permitir el fortalecimiento de un sector clave en la economía de Castilla y León, contribuyendo, paralelamente, a reducir la emisión de gases de efecto invernadero en cumplimiento con los objetivos planteados por la UE de cara a 2030. El sector de la automoción es estratégico en la Comunidad, donde se producen el 15 % de los vehículos fabricados en España. La automoción emplea a 35.000 trabajadores, representa el 25 % del PIB industrial y el 56 % de las exportaciones. De ahí que el impulso de vehículos de energías alternativas suponga una oportunidad industrial, tecnológica, económica y medioambiental para el conjunto de la Comunidad.
Bajo el punto de vista industrial y tecnológico, la Estrategia contribuirá a que la industria de la automoción se posicione como un referente tecnológico, manteniendo una posición muy destacada en la producción de vehículos. Además, permitirá incrementar la actividad, ya que se integrarán en las cadenas de producción nuevos componentes y módulos para vehículos, infraestructuras de recarga y sistemas inteligentes de transporte. En su vertiente económica, junto al fortalecimiento del sector con sus consiguientes beneficios en la actividad económica y el empleo, se espera una significativa mejora de la balanza comercial, disminuyendo las importaciones de petróleo.
El vehículo eléctrico constituye, además, una oportunidad en el medio rural donde se pueden desarrollar modelos de negocio económicamente viables. Por último, desde el punto de vista medioambiental, la Estrategia ofrece soluciones para disminuir las emisiones contaminantes, fundamentalmente en las ciudades, ayudando a mejorar la calidad del aire, disminuyendo la contaminación acústica y facilitando la consecución de los objetivos marcados por la UE de cara a 2030, que establece la reducción en un 40 % de emisiones de gases de efecto invernadero con respecto los niveles de 1990.
El Plan recoge un conjunto de medidas que pretenden corregir aquellos aspectos que influyen de forma negativa en el mercado de vehículos de energías alternativas, entre ellos la menor autonomía, las dificultades de acceso a la carga, el mayor coste o la insuficiente formación en materia de reparación y mantenimiento. La Estrategia se marca como objetivo que Castilla y León cuente en 2023 con un parque de al menos 5.000 vehículos eléctricos (frente a los 1.162 actuales), 3.000 de gas licuado del petróleo, 400 de gas natural comprimido, 50 de gas natural licuado, y 10 de hidrógeno. Además, se aspira a contar con una red de puntos de recarga y suministro lo suficientemente amplia para dar respuesta a las necesidades del nuevo parque. Las medidas se articulan en tres ejes: industrialización, infraestructuras y mercado.
Eje de industrialización
El eje de la industrialización pretende favorecer el desarrollo tecnológico y la fabricación -en las plantas de Castilla y León- de componentes y módulos para vehículos de energías alternativas, así como para la fabricación de la infraestructura energética asociada. Para ello, se plantean distintas estrategias, de colaboración público/privada, destinadas a apoyar proyectos empresariales de innovación dentro del sector, así como líneas de apoyo a la inversión que facilitarán la implantación de nuevas empresas vinculadas a los vehículos sostenibles.
Entre las acciones previstas figura el apoyo a la investigación relacionada con los vehículos de energías alternativas por parte de los centros tecnológicos y las universidades. Se promoverán las asociaciones público-privadas en el ámbito europeo para impulsar los esfuerzos investigadores. Se incentivará la participación en iniciativas tecnológicas conjuntas para potenciar la colaboración de la industria con el sistema público de investigación, destacando los convenios entre el EREN y las universidades públicas de Castilla y León
Otro de los objetivos en el eje de la industrialización es mejorar la cualificación de los recursos humanos a través de la formación para el empleo y de la oferta de ciclos de Formación Profesional del sistema educativo. Así mismo, se pretende fomentar el desarrollo de nuevas aplicaciones que permitan aumentar la conectividad de vehículos de energías alternativas.
Eje de infraestructuras
El eje de las infraestructuras tiene como objetivo favorecer una red recarga/suministro lo suficientemente relevante como para cubrir las necesidades que puedan generarse por la movilidad de los usuarios. El objetivo es contar con una red de puntos de carga por todo el territorio de la Comunidad que alcance en 2023, al menos, 300 puntos de recarga en la vía pública, 300 puntos de recarga públicos-restringidos, 1.200 puntos de recarga en domicilios particulares, 300 puntos de recarga rápida, (en la actualidad son 200 los puntos de carga para vehículos eléctricos registrados en la Comunidad) y 80 estaciones de repostaje de gas de distinta naturaleza.
Además de la ampliación de la red de carga, se establecen medidas para garantizar la interoperabilidad, con acciones orientadas a mejorar el intercambio y uso de información entre los diferentes sistemas (vehículo, punto de recarga o pago, entre otros)
Por otra parte, la Junta va a proporcionar asesoría técnica de los reglamentos y directivas que afectan a las instalaciones.
Eje de mercado
Finalmente, el eje de mercado tiene como objetivo incentivar la adquisición de vehículos de energías alternativas, difundir buenas prácticas articuladas por los ayuntamientos para favorecer la introducción de estas tecnologías en el ámbito de las ciudades y dar visibilidad a las ventajas técnico?económicas de los vehículos con energías alternativas. El desarrollo del Plan incluye en este apartado la difusión de las líneas de ayuda para la adquisición de vehículos de energías alternativas y para la instalación de puntos de recarga en hogares; así como información de la infraestructura existente. Asimismo, se fomentará una adecuación en el coste y procedimientos de la Inspección Técnica de Vehículos de los vehículos eléctricos, ya que, por sus particulares características mecánicas, no es necesario someterlos a las mismas pruebas que los modelos de combustión.
El documento contempla el apoyo a la creación de planes de movilidad compartida (Car Sharing) para fomentar la incorporación de vehículos que funcionen con energías alternativas. En este sentido, se impulsarán proyectos piloto que favorezcan el uso de este tipo de vehículos a la hora de realizar turismo, circular por los cascos históricos o complementar el transporte público.
Igualmente, la Junta de Castilla y León asesorará a los municipios de la Comunidad en las distintas medidas para fomentar el uso de los vehículos de energías alternativas, especialmente a través de ordenanzas municipales.
El Plan prevé un impacto presupuestario de 32,3 millones de euros en el periodo 2020-2023 en el conjunto de la Administración autonómica e incluye la participación de proyectos relativos a Vehículos de Energías Alternativas en las líneas de subvención gestionadas por el Instituto de Competitividad Empresarial (ICE) y el uso de los recursos procedentes del Programa de Incentivos a la Movilidad Eficiente y Sostenible.
En la elaboración del Plan se han tenido en cuenta las aportaciones realizadas, durante el trámite de información pública, por entidades, instituciones y organizaciones representativas, además de las planteadas por las distintas consejerías.