Con estas claves sabrás si la mascarilla que has comprado cumple con la normativa vigente.
De tela, quirúrgicas, de papel… Las mascarillas tienen nombres mil. Pero no todas cumplen el objetivo principal que las trajo a nuestras vidas: prevención ante la covid-19 y proteger a los que nos rodean.
Por ello, aquí te traemos las claves para saber si tu mascarilla está homologada, es falsa o cumple escrupulosamente con los requisitos sanitarios europeos.
Para empezar, es importante saber de qué tipo de mascarillas estamos hablando. Las quirúrgicas, por ejemplo, son las mascarillas más utilizadas, a pesar de no ser reutilizables y están recomendadas para personas sanas y que no hayan tenido contacto con ningún positivo en coronavirus. Además, puedes encontrarlas en casi todos los comercios: supermercados, droguerías y perfumerías, farmacias, etcétera.
Este tipo de mascarillas solo puede utilizarse durante un máximo de 4 horas y después tienen que tirarse a la basura, ya que no se pueden lavar. De hecho, al no ser reutilizables en el momento en que se mojen dejan de ser efectivas y cumplir su función, así que no son las más aconsejables para un día lluvioso.
Este tipo de mascarillas protegen tanto a los demás como a uno mismo, ya que cuentan con un nivel de filtración más eficaz que el de una mascarilla quirúrgica o sanitaria. Por ello, están recomendadas para uso sanitario, aunque todos los ciudadanos pueden adquirirlas y también deben utilizarlas aquellos que vayan a tener contacto con personas que puedan haber contraído la enfermedad: si se visita la sala de Urgencias, si alguien cercano muestra síntomas de la enfermedad, etcétera.
Además, al contrario que las quirúrgicas, estas mascarillas son reutilizables y se pueden limpiar. Sin embargo, a la hora de ponerte a ello ten en cuenta que tienen un número de lavados limitados. Esta información vendrá indicada en el envase que las contenga.
La demanda creciente de mascarillas en el mes de abril, obligó a que el Ministerio de Industria permitiese la comercialización de Equipos de Protección Individual (EPIs) importados de países como Estados Unidos o China (las famosas mascarillas N95 y KN95), aunque no hubiesen seguido todos los trámites de homologación en España o en Europa. Lo que sí se requería era aportar la documentación necesaria para demostrar que eran mascarillas seguras y que estaban dentro de unos estándares de calidad.
Sin embargo, desde el pasado 30 de septiembre el BOE publicaba una Resolución que indicaba que las únicas mascarillas que pueden distribuirse en el mercado español, son las que tienen Certificado Europeo (CE).
En cuanto a las mascarillas adquiridas antes del 1 de octubre, el BOE del 28 de septiembre es claro: los EPI comprados en esa fecha podrán recibirse y comercializarse hasta el 31 de diciembre de 2020, siempre y cuando se pueda demostrar que disponían de la correspondiente autorización temporal y que ya se encontraban en territorio español antes del comienzo del mes de octubre.
Por otro lado, los usuarios que las hayan comprado podrán seguir utilizando estas mascarillas, aunque su comercialización dejará de estar autorizada a inicios de año.
La creciente necesidad de mascarillas ha provocado que muchas de ellas incluso se falsifiquen. Gracias a su etiquetado, es bastante sencillo ver qué problemas puede presentar. A través de esta pequeña guía no te la darán con queso a la hora de comprar una FFP2.