Artículo de opinión de Eder García, concejal de Acción Social y Juventud del Ayuntamiento de Soria y soriano comprometido.
Con el año 2021 llegan también unos nuevos Presupuestos Generales del Estado. Dejamos atrás los que elaborase en su momento Montoro y afrontamos otros de corte progresista y que pretenden dar respuesta a la crisis que atravesamos.
En provincias como la nuestra, necesitadas de una atención específica en materia de inversión, las expectativas que los propios partidos se encargan de alimentar van orientadas a grandes infraestructuras, proyectos millonarios y conectividad. Es lógico además de justo.
El problema está en que cuando centramos en este tipo de necesidades la única acción política de nuestros representantes, nos dejamos por el camino la mayor parte de la importancia que tiene nuestro voto.
No me sorprende ver cómo el representante de Teruel Existe en el Congreso se felicita por haber “arrancado” 5 millones para su provincia y esto se convierte en noticia. Por desgracia, tampoco me sorprendió su abstención ante la Ley de Educación. Quien piense que esto es por falta de ideología se equivoca: ponerse de perfil en algo tan trascendental es un gesto cargado de ella.
En Soria superamos con creces el volumen de inversión en PGE con un diputado socialista, por lo que para aquellos que piensan que la política sólo está para construir carreteras, tampoco parece muy “útil” un diputado de Teruel Existe.
Cualquiera de los que votamos a nuestro diputado socialista sabíamos perfectamente que iba a votar a favor de la Ley de Educación o de Eutanasia, y que votará a favor de una para la no discriminación del colectivo LGTB. Con grupos como VOX en el Congreso me preocupa que terminemos cediendo derechos fundamentales como el aborto o la adopción de parejas del mismo sexo a cambio de 15 km de una más que necesaria autovía.