Los ganaderos de la organización profesional agraria preparan una reclamación a la Consejería de Medio Ambiente, basándose en el artículo 106 de la Constitución Española, tras los daños sufridos en distintas cabañas por estas aves..
Tras los ataques de los buitres a diferentes explotaciones ganaderas, COAG ha exigido a la Consejería de Fomento y Medio Ambiente que contemple reparaciones para los ganaderos que sufran estas situaciones, porque "no son casos aislados". La organización profesional agraria (OPA) ha podido saber que muchos ganaderos se han dirigido al organismo aludido con similares reclamaciones.
En la OPA han indicado que las rapaces siempre atacan a los animales en los momentos de mayor debilidad mientras que la Consejería no concede ayudas a los ganaderos afectados porque considera que "no hay relación entre su actividad y el daño sufrido por el campesino. Pero sí la hay. Lo dice el Procurador del Común de Castilla y León, Tomás Quintana, quien se dirigió a la Consejería aludida para solicitarle que se concedan ayudas para compensar los daños producidos a los ganaderos por estas carroñeras".
Se trata, para COGA, de una petición "nada descabellada", en tanto que ya se conceden en cuatro comunidades autónomas: Madrid, La Rioja, Castilla-La Mancha y Euskadi.
Poniendo el ejemplo de Castilla-La Mancha, en su departamento regional de Agricultura, se aboga por conciliar la existencia de buitres y ganado, "por lo que estipula apoyos por los ataques de 1.500 euros para reses caprinas y ovinas y 2.000 para vacunas".
En Castilla y León, los ganaderos deben lamentar con "infortunada frecuencia" estos ataques de la fauna silvestre a sus explotaciones. Según el portal www.coag-cyl.org, durante 2019 se produjeron 2.579 ataques solo de lobos en toda la región, que malograron a 3.774 cabezas de ganado. "La factura que tuvieron que asumir los ganaderos por toda esta particular guerrilla fue de 2 millones de euros. Y la acción de los animales salvajes llega también a las carreteras", han detallado en COAG. Así, en la web de la OPA, los animales protegidos ocasionaron un accidente de tráfico cada hora en las carreteras regionales.
COAG considera que todo este "enorme problema" para los ganaderos procede de una "pésima gestión" de la fauna salvaje por parte de la administración autonómica, puesto que "no controla de manera eficaz las poblaciones para prevenir daños, y que, cuando el daño ya se ha producido, no indemniza adecuadamente a los ganaderos".
Es el caso, también, de la avutarda, ave pesada que según fuentes de la agrupación agraria, cuyos bandos pueden engullir una hectárea de girasol en un día, "y que se cuela en otros festines, como el de la colza, sin estar invitada".Pro ello, COAG solicita también que las ayudas por daños provocados por las avutardas se extiendan para todo el territorio de Castilla y León.
Las andanzas de estas aves fueron también objeto de atención por parte de los servicios jurídicos de COAG que lograron dos sentencias condenatorias contra la Consejería de Fomento y Medio Ambiente por sendas demandas presentadas por agricultores afectados.