Castilla y León es la tercera comunidad de España con mayor exceso de mortalidad por la Covid; un 28.88%. El INE refleja más de 30.000 muertos de los que computa el Gobierno para el total nacional.
La mortalidad aumentó un 28.88% en Castilla y León a causa del Coronavirus durante el año 2020. El año pasado murieron en la comunidad 36.907 personas (datos provisionales) lo que supone 8.270 fallecidos más que los 28.637 que se hubieran esperado en un año normal.
Los datos reflejan que en la comunidad la Covid se ha cebado con fuerza, pues la media nacional se sitúa en un aumento del 20%, aunque está lejos del 41% de Madrid o el 35% de Castilla – La Mancha. Dentro de la región las provincias más afectadas fueron Segovia, donde la mortalidad aumentó un 46% y Salamanca con un 37%. En el lado contrario Zamora, 12%, y Palencia, 20%, fueron las que menos vieron aumentar su mortalidad.
En el caso de Soria la mortalidad aumentó un 34,5%, un 32% en Valladolid, un 29% en Burgos y un 26% en Burgos. Junto a Segovia, Ciudad Real y Madrid fueron las provincias donde más aumentó la mortalidad. Los datos los ofrece el Instituto Nacional de Estadística, que ha publicado su estimación sobre el número de defunciones semanales a causa del Covid. Hay que señalar que se trata de un estudio experimental del INE y que los datos de las primeras 22 semanas son provisionales y podrían aumentar (no están incluidas las defunciones de menores de 24 horas), mientras los de la última parte del año son estimaciones.
Llama la atención, en positivo, como el dato ofrecido por el INE, esos 8.270 muertos achacables a la pandemia en Castilla y León coincide bastante con el dato de mortalidad Covid que ofrece la Junta, 8.356, en su portal de trasparencia. Sobre todo, si compara con la disparidad de los datos del conjunto de la nación.
Así si el INE estima que murieron por Coronavirus 83.706 personas, la cifra que ofrece el Gobierno en las mismas fechas es de 51.874 fallecidos, más de 30.000 menos. La cifra del INE está más en consonancia con las ofrecidas por otros expertos y por el Instituto de Salud Carlos III.