Verónica Casado destaca que la comunidad está cumpliendo con el protocolo establecido de vacunar primero a los ancianos en residencias. La consejería hace cuentas para garantizar las segundas dosis tras las dudas sobre el abastecimiento de vacunas. Ávila, Palencia, Zamora y Segovia se quedaron sin bandejas en el último envío de la farmacéutica estadounidense.
Castilla y León ha vacunado ya a 70.885 personas de los que 4.165 lo han sido en Soria. Un proceso de vacunación con el que la consejera se muestra satisfecho. Casado lamenta que de las 26 bandejas programadas solo hayan llegado 17 en la última entrega debido a la reducción de los envíos de la farmacéutica Pfaizer. “Esta redacción trastoca toda nuestra organización de la vacunación”, explica la consejera.
La Junta ha reorganizado internamente el reparto para que todos los hospitales y áreas puedan seguir vacunando “aunque sea a un ritmo menor”. Esta semana Pfizer no ha mandado bandejas a las provincias de Ávila, Palencia, Zamora y Segovia. La consejera ha explicado que la región “sigue totalmente la estrategia nacional de vacunación” y que el resto de grupos no se vacunarán hasta que no finalice la vacunación del grupo 1.
Nuestro cuello de botella es el abastecimiento de vacunas, explica la consejera. “Consideramos esta semana como una semana de dificultad, pero esperamos que la normalidad se restablezca la próxima semana”. Explica que desde la consejería se están haciendo “muchas cuentas” para garantizar las segundas dosis en las residencias de ancianos.
Confinamiento municipal y por municipios
La consejera ha informado que en una charla con un alcalde de la región le ha trasladado que, si ella pudiera, decretaría el confinamiento domiciliario en los municipios. Aunque no ha querido indicar el municipio si ha señalado que Segovia es la que peor está de todo Castilla y León.
La Junta ha señalado que mañana en el Consejo Interterritorial volverá a pedir una herramienta para confinar en domicilios algo que la Junta haría ya en algunas localidades de la región si pudiera. “Necesitamos tomar decisiones, si esperamos cada semana hay fallecidos”, señala. Además, la consejera ha explicado que del verano se aprendió que el confinamiento por municipios no funciona si no hay confinamiento domiciliario porque baja la incidencia “de manera muy lenta”.
La consejera señala que el adelanto del toque de queda “no es una decisión gratuita” sino que se toma por la complejidad de la situación. Si tenemos 1.000 infectados van a fallecer 35 personas, avisa la consejera que también alerta del riesgo que supone el colapso de los hospitales para otras patologías.
“En menos de un año hemos padecido 3 olas, una primera vertiginosa que se controló con el confinamiento domiciliario, una segunda más lenta y sostenida que se controló con el toque de queda y una tercera que está teniendo un ascenso vertiginoso y similar a la primera”, recopila Verónica Casado.
Por todo ello Casado pide a los ciudadanos máxima prudencia y limitar todo contacto social que no sea imprescindible. La Junta realiza varios cribados en los centros sanitarios, además de otros selectivos en poblaciones con crecimiento alto y trazabilidad baja y los “oportunistas” que se realizan en lugares como las universidades.
La Junta realiza cribados en todas las provincias, en Soria 3 representativos en San Leonardo de Yagua, Soria y Golmayo. Ayer, el primer día de cribado en San Leonardo acabó con el negativo de las 128pruebas realizadas. En total de las 36.000 pruebas se han detectado 551 positivos, lo que se traduce en una incidencia de 1.800 por 100.000 habitantes. “Cuando se produce un cribado el aumento de casos se detiene y comienza a descender en los siguientes días”, relata Casado para poner en valor la técnica que mejor está funcionando a la Junta para controlar la expansión del virus.