Jesús Corchón, presidente de la Asociación de Gimnasios de Soria, participa en la tribuna de invitados de Soria Noticias.
“No somos el problema”, “somos parte de la solución” o “el deporte es salud” son algunos de los mensajes que se están leyendo y escuchando durante estas últimas semanas en las redes sociales y en los medios de comunicación, pero que no parecen calar en nuestros políticos pese a que resulta que los contagios por covid-19 que se producen en las instalaciones deportivas es casi insignificante.
Desde la Asociación Soriana de Empresarios de Instalaciones Deportivas, (ASEID) ya hemos mostrado repetidamente nuestro total desacuerdo con el cierre de todos nuestros negocios, que promueven y facilitan la práctica del deporte y contribuyen a mantener la salud física y mental de los ciudadanos.
Desde el sector venimos defendiendo, además, que la práctica deportiva ayuda a combatir el virus con mayor eficacia. Según los estudios que se han publicado hasta la fecha sobre el coronavirus, este se complica con otras patologías como la hipertensión, diabetes u obesidad, enfermedades que, por otro lado, encuentran parte de la solución en una vida activa y en el ejercicio físico.
ASEID quiere conseguir que se considere la práctica deportiva como una actividad de carácter esencial porque entendemos que lo es; y mucho más en una población como la nuestra donde el porcentaje de personas consumidoras de deporte es muy amplio. La inactividad es un problema de salud pública a nivel mundial y la principal causa de muchas enfermedades.
La actividad física es tan importante que es un derecho fundamental reconocido por la constitución española y los poderes públicos han de fomentarla, no limitarla.
Los centros deportivos sorianos van ya por su tercer cierre, fíjense en este dato para percibir la poca importancia que le dan a este sector, sometido a los vaivenes de decisiones políticas que se están tomando sobre la marcha, de forma precipitada y sin que lleguen acompañadas de medidas que nos permitan vivir hoy y pensar en cómo retomar la actividad para garantizarnos un mañana.
Tras el segundo cierre el 4 de noviembre, se nos permitió abrir del 11 de diciembre al 14 de enero con unas navidades atípicas de por medio, fechas en las que los usuarios no suelen pisar los centros deportivos por ser días de compras y reuniones familiares aunque estas este año hayan estado condicionadas por el virus.
Ahora, en plena temporada alta de los centros deportivos con los nuevos propósitos de año nuevo este cierre sienta como un jarro de agua fría al sector.
Las medidas que se toman no tienen criterio alguno con el cierre de las instalaciones deportivas, bien por desconocimiento o lo que es peor por indiferencia.
Las ayudas no llegan y si lo hacen son totalmente insuficientes para hacer frente a los gastos fijos de nuestro sector. Vamos a la deriva, nuestro sector malvive con el agua al cuello desde hace meses ¿alguien, en algún despacho, está pensando siquiera en cómo achicarla?