Artículo de opinión de José Ángel Tierno, concejal de Ciudadanos en Ólvega.
Y no me refiero a tener o no la covid. Hemos dejado atrás un 2020 para olvidar y queríamos pensar que con el año nuevo llegarían nuevas ilusiones. Nada más lejos de la realidad. Llevamos un mes de 2021 y los acontecimientos no auguran nada bueno.
Palpamos la vacuna, incluso ya hay personas que han recibido su segunda dosis. Estamos en la tercera ola y seguimos con las mismas medidas: franjas horarias y toque de queda, reuniones restringidas, cierre perimetral de comunidades, cierre de la hostelería y gimnasios…
Ya está bien de mensajes contradictorios que lo único que ofrecen es confusión, llevándonos a la fatiga pandémica. No quiero hablar de datos de casos positivos y fallecimientos. Padecemos una pandemia global, ajena a una coordinación nacional de la que el gobierno central ha de tirar del carro y de los efectivos con los que contamos. Sin embrago, no tenemos argumentos ni fórmulas nuevas, no pretendas que las cosas cambien si siempre haces lo mismo.
Y luego está la economía, el desempleo en España roza los cuatro millones de parados y las previsiones no invitan al optimismo debido al fin de los ERTE el 31 de mayo -1406 afectados en Soria-. La CEOE cree que la tasa subirá hasta el 18,2%.
Pero mientras tanto, la actividad Parlamentaria este mes de enero es prácticamente nula. Estamos como queremos. Un Ministro de Sanidad, Sr Illa, volcado en las elecciones catalanas, donde hay ecos de apología del separatismo y veraz intención de alejarlas de un gobierno constitucionalista; mientras sufrimos una subida histórica en el precio de la luz y, los que alzaron la voz, ahora la asumen sin rechistar.
Por no hablar de la manipulación de PSOE, PP y nacionalistas sobre el Consejo General del Poder Judicial: sólo lograremos la independencia judicial si dejamos que sean los jueces los que elijan a los jueces, sin jugar a un intercambio de cromos entre los de siempre.
Como dijera Confucio “no son las malas hierbas las que ahogan la buena semilla, sino la negligencia del campesino”.
Pero recuerda, ante todo, ser positivo.