La encuesta cifra en 3.300 los desempleados de Soria en el tercer trimestre, frente a los 4.540 que confirmó el SEPE en diciembre.
Ochocientos parados menos. Son los que, según la EPA, registra Soria en el último trimestre del año respecto al anterior. Son, según la EPA, sólo 100 más que los registrados al término del pasado año, antes de que la pandemia iniciara la crisis en la que viven desde hace 11 meses las empresas de la provincia. Nada más lejos de la realidad y totalmente divergente de los datos de inscripción de parados en las oficinas del Servicio Público de Empleo Estatal (SEPE).
Los datos de la Encuesta de Población Activa (EPA) hechos públicos hoy por el Instituto Nacional de Estadística (INE) muestran una provincia con 3.300 desempleados y una tasa de paro del 7,76% que envidiarían muchas provincias de Castilla y León (con una tasa de paro del 11,61%) y de España, donde la tasa media es del 16,13%.
Según el análisis de la Encuesta de Población Activa, la provincia de Soria habría capeado milagrosamente los efectos de la pandemia, revalidando prácticamente las cifras de 2019, en cuyo último trimestre la EPA cifró en 3.200 los desempleados con una tasa de paro de, 7,23%.
La Federación de Organizaciones Empresariales Sorianas (FOES) considera incongruente el resultado de la EPA para Soria, contaminado una vez más por las fuertes variaciones que causa el pequeñísimo tamaño de la muestra, que eleva el margen de error de la encuesta. Por poner sólo un ejemplo, mientras que el margen de error en España en el epígrafe “parados y tiempo de búsqueda de empleo” es del 1,39%, en Soria se eleva al 11,83%.
Lo advierte el propio INE en letra pequeña: “Los datos inferiores a 5.000 están sujetos a fuertes variaciones, debidas al error de muestreo” y lo confirma una realidad en la que las oficinas del Servicio Público de Empleo Estatal (SEPE) registraban en diciembre a 4.540 desempleados, 869 más que en 2019 (23,67%).
En plena tercera ola de la pandemia, con importantes sectores como la Hostelería sujetos a fuertes restricciones de actividad nuevamente y con unas perspectivas sanitarias que no ofrecen motivos para el optimismo a corto plazo, FOES recuerda a las administraciones la debilidad de las empresas y autónomos de la provincia y les urge ayudas a fondo perdido que contribuyan a la mejora.
Tras 11 meses en los que se han sucedido los cierres y las limitaciones y restricciones de actividad, los negocios sorianos han perdido ya todo su músculo, sujetas a fortísimas caídas de facturación y condenadas al endeudamiento tras los créditos que han tenido que solicitar para mantener su negocio.
FOES recuerda que ésta es una crisis de solvencia e insiste en la inexcusable tarea de las administraciones de dotar a las empresas del oxígeno que necesitan y habilitar ayudas a fondo perdido que les permita mantenerse y mantener el empleo como ya han hecho otros países europeos.