Ríos desbordados en la cuenca del Duero y agua que fluye en cualquier campo de la provincia.
'Un grano no hace granero, pero ayuda al compañero'. Podría resultar un tanto recurrente este refrán castellano para introducir a la situación que vive la provincia en muchas de sus zonas abiertas, tras todas las aguas y nieves que vienen visitando el territorio soriano casi ya, durante todo el año. Gota a gota, o como diría el querido poeta, "Golpe a golpe".
El Pedrajas, en la capital, en Valonsadero, dejaba hoy amplias porciones de pradera anegadas, al igual que campos de cultivo como en Valdenarros, Velasco y Santiuste, tal y como cuentan -y denuncian- en ASAJA. Ayer, el Lobos también se desbordaba tal y como era reflejado en estas líneas a lo que hay que abundar que sus aguas también se han envalentonado en su crecida este miércoles.
También en Navapalos con un flujo del Duero que marcaba más de 194 metros cúbicos por segundo pasadas las nueve de la noche, o en Osma, con un Ucero que llegaba a los 118,38 metros cúbicos por segundo, con una altura de caudal de 3,11 metros a las cinco de la tarde de hoy han sido muestras palpables de la abundante agua.
En un repaso a los caudales, la Confederación Hidrográfica del Duero, el pantano de la Cuerda del Pozo desaguaba volumen a razón de 34 metros cúbicos por segundo (21:21 horas), y más abajo del cauce, en Garray, el río contabilizaba a su vez 70,6 y en Almazán, 106 prácticamente a la misma hora. Y más al oeste, en Gormaz el caudal se cifraba en Gormaz en 86,3, donde el río alcanzaba una altura máxima de 2,4 metros.