La Junta cambia de criterio para abrir el interior de los bares, gimnasios y centros comerciales. Si hace una semana se aseguró que la línea roja el 25% de ocupación Covid en las UCI de cada provincia ahora se apuesta por el 35% a nivel autonómico y una incidencia provincializada de menos de 400.
El Consejo de Gobierno de la Junta de Castilla y León se ha prolongado hoy cerca de 2 horas más de lo previsto. Sin duda síntoma de las discrepancias dentro del mismo en cuanto a la desescalada. Visto lo acuerdado no es arriesgado señalar que la línea dura representada por Francisco Igea y Verónica Casado, ambos de Ciudadanos, que cuenta con el apoyo de los expertos técnicos es la que se ha impuesto.
Si la semana pasada se señalaba que la desescalada comenzaría este lunes para aquellas provincias con menos de un 25% de ocupación de pacientes Covid en sus UCIs, hoy el criterio ha cambiado. La nueva línea roja para dar comienzo a la desescalada en esta tercera ola es la ratio de ocupación de las UCIs a nivel regional. Ávila, que cumplía con las condiciones anunciadas hace tan solo 7 días, se ha quedado con un palmo de narices.
Bajo el argumento de que “funcionamos en red”, algo que ya era así la pasada semana, Igea ha explicado que el Consejo de Gobierno ha acordado que la desescalada comience la próxima semana, siempre y cuando la ocupación de las camas de UCI por pacientes de Covid ronde el 35%.
Con los datos de hoy la ocupación de las UCI se sitúa en el 66% según el portal de trasparencia de la Junta, por lo que podría darse el caso de que el próximo lunes, cuando se volverá a celebrar otro Consejo de Gobierno extraordinario, no se decrete todavía el inicio de la desescalada.
Si Castilla y León logra llegar a ese 35% el próximo lunes comenzará la desescalada eliminándose las medidas excepcionales que son el cierre del interior de la hostelería, el cierre de los gimnasios y centros deportivos y el cierre de los centros comerciales. Todo ello se aplicará a nivel autonómico salvo, y esto es importante, que alguna provincia tenga una incidencia por encima de 400. De ser así esa provincia no comenzará la desescalada.
A 1 de marzo la incidencia de Soria es de 434 y sería la única provincia que podría quedarse fuera por este criterio. Con todo, y aunque la incidencia ha subido ligeramente hoy, ese dato de 400 casos por 100.000 habitantes es mucho más alcanzable que el criterio de la semana pasada, pues la ocupación del Hospital de Santa Bárbara tiene una ocupación del 150%.
Francisco Igea ha explicado que, a partir de esa primera relajación, las medidas se irán tomando a nivel provincial. Todo ello siempre y cuando la ocupación de las UCIs de esa provincia sea inferior al 25% y siempre que la tendencia de la incidencia sea favorable. Esto significa que en este punto se podría quedar Soria atrasada, pues faltan muchas, pero muchas, semanas para poder liberar 16 de las 22 camas de UCI ocupadas actualmente por pacientes Covid.
En cualquier caso, y aunque Igea asegura que se será estricto en la desescalada, para eso queda tanto (al menos 21 días) que es imposible hacer predicciones. El portavoz asegura que se va a ser riguroso, que no se saltarán escalones y que los cambios serán cada 2 semanas. La realidad nos ha mostrado que las desescaladas tienden a acelerarse por presión popular y económica o por simple cambio de criterio de la Junta.
De momento, el cambio de criterio actual da esperanzas a los sorianos de poder bajar el escalón más importante (el del interior de los bares, gimnasios y centros comerciales) con toda la comunidad. Esperanzas que podrían convertirse en lamentos si con las UCIs en máximos se produce un repunte de los casos.