En el Día Mundial de la Eficiencia Energética se está implantando la fotovoltaica en ocho comunidades de regantes que supondrá generar 21.000 millones de vatios al año y reducir la emisión de unas 8.000 toneladas de CO2.
Hoy, 5 de marzo, se celebra el Día Mundial de la Eficiencia Energética para recordar los beneficios que conlleva la implantación de estas medidas. La eficiencia energética es un tema muy relevante en el desarrollo y aplicación de determinadas estrategias importantes como los Objetivos de Desarrollo Sostenible de la ONU (Objetivo 7 ODS), y los Programas Europeos vinculados a la protección del medio ambiente, la sostenibilidad y la competitividad. Se trata por lo tanto, de un tema prioritario para la Consejería de Agricultura, Ganadería y Desarrollo Rural que, a través del Instituto Tecnológico Agrario de Castilla y León (Itacyl), realiza las siguientes actuaciones:
-Programas de inversiones de colaboración público-privada.
-Proyectos de investigación e innovación.
-Dotación al sector de herramientas y aplicaciones para la toma de decisiones.
-Formación e información sobre medidas de eficiencia energética.
La Consejería de Agricultura, Ganadería y Desarrollo Rural, apuesta por las energías renovables con el desarrollo de proyectos y programas en diversos ámbitos como son los regadíos, la ganadería y la bioeconomía.
Programa de eficiencia energética de regadíos
Presentado en octubre de 2020, este necesario programa, ha desarrollado una serie de actuaciones de eficiencia energética como son:
Implementación de sistemas fotovoltaicos en los regadíos modernizados
Con objeto de mejorar la eficiencia energética de estos y reducir así los costes de producción. Con la introducción de estas energías alternativas se optimiza el consumo y se mejora el medio ambiente.
La Consejería, a través del Itacyl, está trabajando ya con ocho comunidades de regantes. Cinco actuaciones previstas con las comunidades de regantes ya modernizadas del Canal del Pisuerga y Soto de Cerrato en Palencia, Canal de La Maya en Salamanca, Canal de Toro-Zamora en Zamora y Canal de Tordesillas en Valladolid. En estas zonas se va a implementar energía fotovoltaica alternativa a la conexión a red eléctrica de la que actualmente disponen.
Otras tres actuaciones se están realizando en zonas a modernizar: en Becerril del Carpio en Palencia y Valoria La Buena en Valladolid, actualmente en ejecución, y la modernización de Castronuño (Valladolid) que está prevista.
Estas ocho intervenciones comprenden unas 22.000 hectáreas y supondrán una generación de energía fotovoltaica estimada de 21.000 millones de vatios al año, lo que equivale a reducir la emisión de unas 8.000 toneladas de CO2. El consumo de electricidad en el sector agrario de regadío en Castilla y León, y en el conjunto de España, supone un importante coste energético que va en constante aumento, debido fundamentalmente al esfuerzo en modernización de regadíos que están realizando las comunidades de regantes al pasar de sistema de riego por gravedad a riego por presión.
Ensayos en patata, remolacha y maíz para reducir la presión de aspersores en el riego
Con la utilización de aspersores de baja presión se puede conseguir una reducción de potencia de hasta el 30 % de la potencia contratada.
Diseño de regadíos con presión natural
El diseño de regadíos por gravedad consigue un ahorro de hasta el 100 % de los costes energéticos en la explotación de regadío.
Las energías renovables son una de las alternativas más eficaces para las comunidades de regantes a la hora de hacer frente al aumento de los costes de la tarifa eléctrica y la dependencia energética española. El agua sigue siendo un elemento fundamental en el desarrollo agroalimentario y energético de Castilla y León y las sinergias entre el regadío y la gestión energética del agua plantean un escenario de sostenibilidad en la Comunidad, donde los regantes no pueden permanecer al margen de la gestión energética.
Es muy importante la apuesta por una política de regadíos sostenible, coordinando a la Administración y los sectores privados, que permita una gestión del agua eficiente y equitativa, con una buena planificación, e implantando sistemas innovadores y nuevas tecnologías.
Las actuaciones de modernización de regadíos han supuesto una mejora en la gestión y control, en las redes de distribución, sistemas de bombeo, haciendo posible la implementación de tecnologías más eficientes, como puede ser la utilización de energías renovables.
‘Enerlácteo’: autodiagnóstico del consumo energético en la granja
Con el objetivo de aumentar la eficiencia en el uso de la energía de las explotaciones lecheras, el Itacyl ha desarrollado y puesto a disposición de los profesionales del sector, la herramienta online ‘Enerlácteo’ (www.enerlacteo.com), de la que existen dos versiones: una para ganado vacuno y otra para ovino.
Se trata de un autodiagnóstico de la eficiencia energética de la granja y propuesta de mejoras energéticas para explotaciones ganaderas de producción láctea a la cual puede accederse de forma libre y gratuita, sin instalación de ningún tipo de software, y siendo tan solo necesaria una conexión a internet desde un ordenador, teléfono móvil o tableta. Desde el Itacyl se ofrece soporte técnico y asesoramiento a todos aquellos interesados en el uso de esta herramienta.
La aplicación, que cuenta con más de 320 usuarios, analiza la información localizando puntos críticos, tras lo cual se genera un informe personalizado basado en los datos introducidos. Con esa información ‘Enerlácteo’ permite al usuario conocer el coste eléctrico asociado a su producción láctea, así como compararlo con un valor medio de referencia.
De forma general se recomienda revisar anualmente el contrato con la compañía eléctrica y adecuar los tramos con tarifa más económica a los periodos de ordeño. El adecuado mantenimiento de todos los equipos, en especial los asociados al ordeño, y la correcta ventilación del condensador del tanque de frío, permiten mejorar su rendimiento y vida útil. La instalación de variadores de velocidad en la bomba de vacío para el ordeño es una inversión que puede resultar rentable a corto plazo, ya que genera un ahorro energético importante.
En este sentido, en un estudio llevado a cabo por el Itacyl, en el que se han realizado mediciones reales en granjas con los variadores tanto en funcionamiento como desactivados, se observó que la instalación de los mismos da lugar a un ahorro de electricidad en el consumo de la bomba de vacío de hasta un 70 %.
La decisión final sobre la idoneidad de estas medidas debe ser valorada por cada usuario, es recomendable realizar una auditoria energética por profesionales antes de invertir en medidas de eficiencia energética, o fuentes de energías renovables, para conocer los periodos de amortización de las posibles inversiones.
Por ejemplo, esta herramienta permite un ahorro de hasta 1.000 euros al año en una explotación de 600 ovejas.
Valorización de residuos agroalimentarios
La producción de biogás a partir de diversos tipos de residuos agroalimentarios es otra de las patas que sostienen el trabajo del Itacyl en la apuesta por la eficiencia energética, dado que se relaciona directamente con la producción de energía renovable.
Un ejemplo son los proyectos Symbiosis II, que trabajan en la producción de gases a partir de biomasas y la digestión anaerobia como tecnología para la obtención de biogás a partir de diversos tipos de residuos agroalimentarios. Se busca que puedan transformarse en un recurso para generar energía, pensada para el autoabastecimiento energético de las granjas ganaderas.
Otro ejemplo es Lactocyl, proyecto para la valorización de lactosuero en la industria quesera en el que participan cinco queserías de la Comunidad. Su objetivo es la aplicación de varias tecnologías para la valorización del suero lácteo, siendo la producción de biogás una de ellas. Mediante el aprovechamiento de la materia orgánica de dichos sueros se consigue reducir la contaminación, así como la dependencia energética, dado que el biogás es una fuente de energía renovable que puede utilizarse en forma de calor o electricidad.
Reval 2.0 es otro de los proyectos puestos en marcha. Este aplica la biotecnología para la obtención de energía y está enfocado a la generación de biogás, en este caso a partir de residuos de frutas y hortalizas, como es el caso de los residuos de pimiento con los que trabaja Itacyl. La reducción de la dependencia energética (de fuentes no renovables) a través del aprovechamiento de los residuos orgánicos forma parte de la estrategia del cambio de producción hacia una economía circular, por la que están interesadas cada vez más empresas del sector agroalimentario.
Otros proyectos en marcha son GO Lúpulo y también el ya mencionado Symbiosis II, que trabajan en la generación de fertilizantes orgánicos, revalorizando los residuos y produciendo fertilizantes con menor huella energética.