Charlamos con la joven jugadora soriana sobre su papel en el equipo Cisneros de Madrid. Repasamos sus inicios en Soria y hablamos sobre el cambio de vida que le ha supuesto marcharse de su pueblo natal, Buitrago, para llegar a la capital.
Con tan solo 19 años, Rosa Blasco, se ha convertido en una de las principales deportistas de nuestra provincia. Tras dos años en el equipo Cisneros de Madrid, actual segundo clasificado de la liga, la joven soriana ha debutado en División de Honor, máxima categoría nacional de Rugby. “Hay mucho nivel en el equipo, pero entrenando con ganas, jugando lo mejor que puedes y preguntando a entrenadores intentas alcanzar el máximo”, afirma la Blasco.
A pesar de su temprana edad, la jugadora soriana no se pone límites. Después de haber debutado en primera división el pasado 6 de febrero frente al Olímpico de Pozuelo, Rosa Blasco pone su mira en poder debutar algún día con la Selección Española, aunque es consciente de la dificultad del reto: “Cuando jugaba en Soria todo el mundo me decía que iba a llegar. Ahora lo veo más complicado por el nivel que hay. Tampoco pienso que sea imposible, pero tengo que mejorar muchas cosas”.
Actualmente, Rosa Blasco entrena con el equipo de División de Honor, aunque también disputa partidos con el Regional. Dependiendo de la categoría cambia su posición en el campo lo que le hace ser más polifacética. La jugadora muestra como otro de sus objetivos “adaptarse” a su nueva demarcación de “ala”, ya que normalmente estaba acostumbrada a jugar de “centro”.
Otro de los obstáculos que ha tenido que superar ha sido una lesión en el coxis. En el mes de enero tuvo que parar debido a unas molestias en esa zona que le provocaban dolores. “Me tuve que detener unas semanas para no romperme del todo. Los días se me hacían eternos, me afectaba mucho no jugar y tener tanto tiempo libre, me causaba ansiedad”, confiesa Rosa Blasco.
A diferencia de muchos deportistas profesionales, Blasco empezó con 15 años a jugar al rugby, una edad tardía que no le ha impedido que en tan solo 4 años esté jugando en División de Honor. Todo comenzó por una prima suya que jugaba en Soria y que le animó a que lo probará junto con su hermana. Desde entonces, 4 años en los que no ha parado de crecer, llegando a entrenar incluso con las selecciones de Aragón y Castilla y León.
Una de las personas más influyentes en su etapa como deportista fue su primer entrenador Jesús Ciria. Rosa Blasco muestra su agradecimiento al míster a través de una anécdota: “Él siempre creyó en mí. Había una concentración en Aragón a la que mis padres no me podían llevar, así que decidió coger el coche y llevarme allí. Ese hecho de llevarme y que confiará tanto en mí me llegó al corazón”.
Después de vivir toda su vida en Buitrago, Rosa Blasco decidió emprender un nuevo camino en Madrid para intentar mejorar en su carrera deportiva. De jugar en Soria en un equipo que no contaba con las jugadoras necesarias para disputar un partido a pertenecer al Cisneros, equipo con jugadoras para hacer 2 plantillas diferentes. A pesar de las diferencias, Blasco explica la “calidad” que hay en el combinado soriano, “anima” a los vecinos a que se muevan por el deporte y muestra su alegría porque “vuelva el rugby” a Soria después del parón provocado por el COVID.
El ser jugadora de primera división le ha convertido en una de las principales deportistas de la provincia. La joven jugadora explica lo que supone para ella este hecho: “Es un honor muy importante. Veía a mi primo jugar a futbol a nivel profesional y verme que en otro deporte estoy haciendo lo mismo me llena mucho. Es un placer representar a mi ciudad”.
Para llegar hasta la máxima categoría nacional, Blasco ha tenido que centrarse en el deporte y en su carrera académica. Además de ser jugadora profesional la joven soriana compatibiliza los entrenamientos con la carrera de Ingeniería de sonido e Imagen. Rosa Blasco explica que el día que duerme 7 horas “es un lujo”, ya que ha tenido que “sacrificar” ir al gimnasio para poder descanasar "un poco" más esa noche.
Otro enemigo al que ha derrotado es la masculinización que un sector el público piensa que existe en el mundo del rugby. Rosa Blasco cuenta una anécdota que muestra a la perfección una tendiente perceptiva que existe en la calle: “Alguna vez cuando he dicho que juego a rugby me miran con cara de que es un deporte de chicos. Piensan que por ser mujer me van a matar o algo; lo que no saben es que jugamos contra otras mujeres y no contra hombres que nos saquen muchos kilos”.
Ni el no tener a penas tiempo para el ocio o para descansar, ni la distancia con su pueblo, ni lo que puedan pensar los demás han podido con el sueño de Rosa Blasco por ser jugadora profesional de rugby. 19 años en los que ha conseguido debutar en División de Honor y entrenar con 2 selecciones autónomicas. Si la progresión de la joven soriana sigue su camino, pronto Soria podrá presumir de contar con una jugadora en el combinado nacional de rugby.