Tras 5 largos meses, los pescadores sorianos volverán a disfrutar de la pesca de la trucha hasta el próximo 15 de octubre. Uno de los principales problemas a los que se enfrentarán este año serán los cormoranes.
Este sábado comienza la pesca de la trucha en Soria. Desde el 27 de marzo hasta el próximo 31 de julio se permitirá realizar en sus distintas variantes; en cambio, en el río Duero se podrá llevar a cabo esta práctica sin muerte hasta el 15 de octubre.
En la provincia se expidieron por ventanilla durante 2020, 1.087 licencias de pesca, algunas de ellas pertenecientes al Club Deportivo “El Campano Soria”. Dicha formación cuenta con 160 socios, la mayoría de ellos con licencia (hay unos pocos que son simpatizantes).
El presidente del club, Diego González, explica que este tipo de práctica cuenta con numerosas modalidades. “En cuanto a la deportiva la más empleada es la pesca con mosca (ahogada, seca, perdigones y ninfa). Por otro lado, en la tradicional se utiliza la de lance ligero (cucharilla, rápala)”, comenta González.
Otra de las claves para la pesca de la trucha es la temperatura del agua. Entre 10 y 12 grados oscila el momento de mayor actividad de esta especie en los ríos. A pesar de ello, González manifiesta que este condicionante tampoco “garantiza” que haya más actividad, aunque afirma que es una característica “a tener muy en cuenta”.
En la provincia se pueden encontrar lugares ideales para la pesca de la trucha. El Razón, el Rebinuesa, el Lucero y el Abión son algunos de los sitios a visitar para este tipo de práctica. Diego González expone que toda la zona es “decente” para el desarrollo de la actividad, y que fuera de la provincia de Soria se consideran “ríos trucheros referentes” en el panorama nacional el Lucero y el Abión.
En los archivos adjuntos a este artículo podéis apreciar a través de mapas e informes los principales lugares para la pesca de la trucha.
Al igual que en otras temporadas se espera que la pesca de la trucha continúe con la buena saludad que le caracteriza en Soria. El mayor enemigo al que se enfrentan tanto la especie como los pescadores son los cormoranes. Una especie de pájaro, típico de la costa, que no está preparado para adaptarse a ecosistemas de interiores.
Los cormoranes, al ser depredadores, acaban con numerosas truchas. El problema se está agravando cuando esta especie, no autóctona, comienza a sobrepoblar algunas zonas de pesca de trucha.
Diego González manifiesta cómo ha afectado esta situación en otros años: “Se ha notado que en las últimas campañas ha descendido el número de truchas por estas especies. Son nuevos depredadores que no son autóctonos que al final hacen mella. Además, cada año llegan antes y en mayor cantidad”.
Las restricciones provocadas por el Covid han obligado por segundo año consecutivo al Club Campano a cancelar el acto con el que comenzaba la temporada de la trucha. En él, se premiaba a la persona que capturaba la trucha más grande en el Duero y se realizaba una comida.
“Era irresponsable juntar a 50 o 60 personas a pescar y comer juntos, así que lo más consciente era cancelarlo. Además, tenemos socios de Navarra, La Rioja o Madrid que tampoco pueden venir debido a los los cierres”, explica Diego González.