La llegada de los cuatro Hércules C-130 supone el inicio de la colaboración entre el Ejército del Aire y la Diputación Provincial.
El Aeroparque Tecnológico Industrial (ATI) de Garray se ha vestido de largo esta mañana para acoger el acto de bienvenida al Ejército del Aire, organizado por la Diputación Provincial. Un acto que ha contado con la presencia de altos mandos del Ejército, además de representantes de todas las administraciones presentes en la provincia de Soria.
Tras recibir a los dos últimos Hércules C-130, que permanecerán en las instalaciones garreñas hasta que se produzca la transferencia de titularidad a la compañía estadounidense Blue Aerospace (que los adquirió para extraer repuestos), ha llegado el momento de los discursos de las distintas autoridades militares y civiles.
Palabras institucionales que, en otras ocasiones resultan tediosas y sin fundamento, pero que en esta ocasión esconden importantes compromisos con la provincia y, concretamente, con el municipio de Garray.
Seguramente, las declaraciones más prometedoras han sido las de Ignacio Bengoechea, jefe del Mando de Apoyo Logístico (MALOG) del Ejército del Aire, que ha comenzado su intervención destacando que "nos sentimos muy honrados de participar en un proyecto tan importante como este".
Una presencia que se justifica con la reciente firma de un protocolo de actuaciones conjuntas en el ATI entre el Ejército del Aire y la Diputación Provincial y que, además de la llegada de los cuatro Hércules C-13O, tendrá como consecuencia directa "el compromiso de participar en el aeroparque tecnológico, en el centro de formación y en el museo si también procede", ha señalado Bengoechea.
Así, el Ejército del Aire enviará a Garray "dentro de las posibilidades, los aviones que sean necesarios, los instructores, el personal que ya tenemos formado para servir al proyecto que bien lo merece", ha concretado el jefe del MALOG. Con ello, ha continuado Bengoechea, "esperamos con ello contribuir a la creación de muchos puestos de trabajo en Garray, en Soria y en sus alrededores".
Pero la colaboración del Ejército del Aire no quedará en personal y aviones, sino que se extenderá al ámbito tecnológico implicándose, "dispuestos a encontrar vías de cooperación", en un proyecto para el empleo de drones (aeronaves no tripuladas) que ya estudia la Diputación de Soria.
Las palabras del jefe del MALOG son prometedoras y las de Juan Carlos Suárez-Quiñones se concretan en millones de euros. En primer lugar, el consejero de Fomento y Medio Ambiente, ha referido que la Junta de Castilla y León ha aprobado ya la concesión de 4 millones de euros a la Sociedad Pública de Infraestructuras y Medio Ambiente de Castilla y León, SOMACYL, para financiar la primera fase de la ampliación de la pista existente en el Aeródromo de Garray.
Esta primera fase, que se desarrolla con carácter de urgencia, supondrá la ampliación de la pista hasta una longitud de 2.095 metros y una anchura de 45, pasando la pista de la actual categoría 2B a la categoría 3C o 3D, todo ello con la supervisión de la Agencia Estatal de Seguridad Aérea (AESA).
Posteriormente, se acometerá la segunda fase de ampliación, en la que se llegará a los 3.000 metros de largo y 45 metros de ancho. Una intervención "imprescindible para posibilitar las operaciones de aviones comerciales de gran tamaño, lo que generaría un gran desarrollo socioeconómico, con la implantación en la zona de empresas del sector aeronáutico", ha resaltado el consejero.
Además del proyecto del ATI de Garray, la Junta de Castilla y León no olvida la puesta en marcha del Parque Empresarial del Medio Ambiente (PEMA). La Consejería de Fomento y Medio Ambiente ha comprometido 4 millones de euros para la construccuón de una subestación eléctrica para "contar en 16 meses con la energía suficiente para grandes proyectos empresariales", ha destacado Suárez-Quiñonez.
A mayores, este 2021 está presupuestada con 4,5 millones de euros la finalización de 3 cúpulas de la energía, así como el vial de acceso a dicha infraestructura.
Todo ello sin obviar el desembarco de empresas. El consejero ha recordado el inminente desarrollo de un proyecto en el sector industrial del PEMA, promovido por el grupo Enso y la empresa Carburos Metálicos, con una inversión prevista de 14 millones de euros. Se trata de un proyecto cuyo objetivo es la producción de 50.000 Tn/año del CO2 industrial utilizado en procesos de producción de bebidas carbónicas o para la conservación de alimentos, generado a partir de la captura y depuración de los humos de la central de generación eléctrica con biomasa de Garray.