DEPORTES
Actualizado 29/03/2021 09:54:29

El médico que personaliza el dopaje en España señaló a los medallistas de Barcelona 92 en general y al soriano oro en 1.500 en particular.

Ningún nombre simboliza tan bien las cloacas del deporte español como el del médico Eufemiano Fuentes. Este doctor canario fue durante años la pieza angular del dopaje sistémico del deporte español tal y como quedó atestiguado en la Operación Puerto y en la Operación Galgo. Fuentes siempre se libró de ser condenado pues el delito de dopaje se introdujo en el código penal español en 2007 y, tal y como afirmó la Audiencia Provincial de Madrid, “la sangre no es un medicamento”.

La sangre siempre fue la ‘especialidad’ de este doctor. Mediante autotransfusiones, lograba evitar los laxos controles de la época y aplicar esteroides, anabolizantes, corticoides u otro tipo de hormonas a los deportistas usando su propia sangre. Su nombre siempre ha estado vinculado al mundo de ciclismo, donde el dopaje fue práctica común durante décadas, y también al del Atletismo o clubs de futbol. Pero su figura también ha estado muy vinculada a los Juegos Olímpicos de Barcelona 92.

Para la inmensa mayoría de personas que le han prestado un poco de atención y análisis, resulta obvio que el dopaje fue una de las principales causas que propició que España pasase de 4 medallas, y solo 1 de oro, en Seúl 1988 a 22 medallas y 13 oros en los juegos que organizamos en la Ciudad Condal. Ayer, Eufemiano Fuentes fue entrevistado en La Sexta por Jordi Évole y, sin decir prácticamente ningún nombre, sacó el ventilador de esparcir mierda. Todo ello sin ofrecer pruebas ni dar nombres comprometidos, ni de quiénes se doparon ni de quiénes lo impulsaron como una práctica de Estado. Solo un nombre fue atacado durante una parte importante del programa.

Los ataques a Fermín Cacho

Y ese nombre fue el del soriano Fermín Cacho (Ágreda 16-02-1969). El momento televisivo fue tal que así. Fuentes afirmó que había tratado a entre 12 y 15 medallistas olímpicos de Barcelona 92. Entonces Évole fue enumerando a unos cuantos. “¿Daniel Plaza?”, “No”. “¿Antonio Peñalver? “No”. “¿Javier García Chico? “Digamos que no”. Y entonces llegó el turno de Fermín y la respuesta fue un “Si te digo que no me acuerdo no me vas a creer”. El silencio fue su respuesta “blanco y en botella...” para añadir que “si te digo que sí no te lo puedo demostrar”.

Fuentes presumió de ir siempre un paso por delante de la legislación en materia de dopaje y también de haber servido de manera estructural al sistema deportivo español. La duda sobre los grandes éxitos del deporte español de los 80 y los 90, desde atletas a ciclistas, siempre ha existido en un contexto y merece la pena recordarlo, en el que, como pasaba en el Tour de Francia, ‘todos se dopaban’. La entrevista de Évole, siempre tan amigo del impacto, de anoche la agiganta para el gran público, pero la deja como estaba: sin pruebas, sin acusaciones, sin nombres propios.

De los deportistas solo el nombre de Fermín sale especialmente manchado de la entrevista en lo que, sin duda y más allá de si Cacho se dopaba o no, fue una vendetta personal en prime time. Eufemiano Fuentes siempre ha acusado al atleta soriano de ser el culpable de que le pillasen en la Operación Puerto. También le señala como su enlace con el dopaje de estado posterior a los Juegos de Barcelona. Sea como sea, ayer en La Sexta y en horario de máxima audiencia, Eufemiano Fuentes demostró un control del espectáculo mediático total y midió milimétricamente sus palabras para decirlo todo sin decir nada y, por el camino, ajustar cuentas con Fermín Cacho.

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