Un estudio realizado durante el confinamiento por investigadores de la Universidad de Valladolid (UVa) en el Campus de Soria encuentra que los ejercicios aeróbicos supervisados pueden reducir el dolor y el malestar psicológico de estos pacientes.
Cristina G.Pedraz/DICYT. Un equipo de investigadores de la Facultad de Ciencias de la Salud del Campus de Soria, la Universidad de Zaragoza y el Hospital Clínico Santa Bárbara de Soria ha analizado los efectos inmediatos de un programa de telerehabilitación para mujeres con fibromialgia, basado en ejercicios aeróbicos controlados. El estudio se desarrolló durante el confinamiento por la pandemia de COVID-19 en España, y encontró una mejora significativa en la intensidad del dolor, la sensibilidad al dolor por presión y el estado psicológico de las pacientes.
La fibromialgia es una enfermedad crónica cuyo origen aún se desconoce, caracterizada por un dolor generalizado y persistente tanto muscular como óseo. Habitualmente viene acompañada de una fatiga profunda y de síntomas como ansiedad o problemas de sueño, entre otros muchos, lo que afecta gravemente a la calidad de vida de estos pacientes.
La prevalencia de la enfermedad se sitúa en torno al 2‘1 por ciento y es significativamente más alta entre las mujeres, con una proporción de 4 a 1 respecto a los hombres. Por el momento, no se dispone de una prueba objetiva para diagnosticar la fibromialgia, de modo que su detección es clínica, es decir, se fundamenta en la sintomatología del paciente.
El tratamiento de la enfermedad es fundamentalmente farmacológico y está encaminado a reducir síntomas como el dolor y la fatiga, así como a mantener la función física y a mejorar el estado psicológico del paciente. Desde el punto de vista de la fisioterapia, en la literatura “hay evidencia de que la actividad física, basada en ejercicios terapéuticos controlados, puede ser una intervención conservadora interesante, que además elude los posibles efectos adversos derivados de un tratamiento continuado con fármacos”, explica a DiCYT Sandra Jiménez del Barrio, investigadora de la Facultad de Ciencias de la Salud y responsable del estudio. En este sentido, el ejercicio aeróbico es una de las modalidades más aceptadas en las guías clínicas.
La pandemia ha paralizado la realización de programas supervisados en grupo con estos pacientes pero la telerehabilitación ha demostrado ser una alternativa con potencial para realizar actividad física desde casa.
Dos sesiones semanales durante 15 semanas
En este contexto, el equipo diseñó un programa de telerehabilitación basado en ejercicio aeróbico moderado para mujeres con fibromialgia y analizó sus efectos inmediatos en las pacientes. La intervención se desarrolló durante 15 semanas, con dos sesiones semanales guiadas por vídeo con un fisioterapeuta especializado en el tratamiento del dolor crónico.
“Cada sesión tenía una duración de 50 minutos y consistía en movimientos articulares generales, estiramientos activos, una parte central aeróbica con ejercicios repetitivos de mayor intensidad y una vuelta a la calma. Gracias al vídeo, las pacientes podían supervisar los movimientos y adaptarse tanto a la velocidad como a la intensidad más conveniente para ellas”, detalla la investigadora de la UVa.
Para comprobar los posibles beneficios del programa, los investigadores organizaron al azar dos grupos de 17 pacientes reclutadas de la Asociación Soriana de Fibromialgia (FIBROAS) y del Hospital Santa Bárbara. Ambos grupos mantuvieron su prescripción farmacológica, pero solo uno de ellos realizó el programa de telerehabilitación. Los investigadores video llamaron periódicamente a las pacientes y les aplicaron una escala de esfuerzo percibido con la que fueron ajustando algunos ejercicios. Asimismo, utilizaron diversas escalas y herramientas para registrar las variaciones en la intensidad del dolor, la sensibilidad mecánica al dolor, el impacto de la fibromialgia, la catastrofización de dolor, el malestar psicológico y la función física.
Una alternativa prometedora y de bajo coste
Un total de 14 mujeres en cada grupo concluyeron el ensayo y los investigadores encontraron mejoras estadísticamente significativas en tres apartados, la intensidad del dolor, la sensibilidad mecánica al dolor y el malestar psicológico en comparación con el grupo que no había realizado el programa de telerehabilitación.
El trabajo, que se enmarca en la tesis doctoral de Ignacio Hernando Garijo, perteneciente al Programa de Doctorado de Ciencias de la Salud de la UVa, es el primero que aporta evidencias que sugieren que un programa de telerehabilitación de estas características podría ser una estrategia eficaz para los pacientes con fibromialgia en una situación excepcional como la originada por la pandemia de COVID-19.
Los investigadores concluyen que la intervención podría mejorar los síntomas de la fibromialgia de forma segura, sin efectos adversos y con un nivel de adherencia alto. En este sentido, consideran que la supervisión individualizada por parte de un fisioterapeuta es clave para lograr ese nivel de adherencia y para mantener hábitos saludables en estos pacientes.
“El factor del confinamiento es un estrés añadido para estos pacientes, que además hemos visto que han aumentado su dolor crónico durante la pandemia. Así que haber obtenido estos resultados en una situación tan dificultosa es muy positivo”, subraya Sandra Jiménez del Barrio, quien avanza que la idea del grupo es continuar trabajando en esta línea prometedora que además “es poco costosa, ya que no requiere de una gran inversión en personal ni en dispositivos”.