El el primer aniversario de la pérdida de Lucas Fernádez-Pacheco Núñez-Herrador, los sindicatos afirman que las instalaciones penitenciarias son propicias a los contagios. El finado trabajaba en una estancia de nueve metros cuadradados mal ventilada.
Cuando se cumplía este miércoles el aniversario del fallecimiento por Covid de Lucas Fernádez-Pacheco Núñez-Herrador, funcionario de prisiones en la capital soriana, sus compañeros han querido recordar su persona a las puertas del centro penitenciario. Al acto también acudía la viuda del finado, Esther Santamaría y los dos hijos del matrimonio.
Tras los cinco minutos de silencio guardados por más de medio centenar de empleados públicos, representantes sindicales han puesto el foco en la situación de estas instalaciones que se encuentran "obsoletas" y en un estado "lamentable". Más aún en este tiempo de pandemia cuando se hace preciso extremar precauciones para evitar contagios.
Así lo ha referido Rafael Gil, delegado sindical de UGT, quien ha expuesto que la dependencia donde ejercía su labor Fernández-Pacheco tienen una superficie de nueve metros cuadrados, donde se hallan tres personas habitualmete y que está "mal ventilada, deficiente, y el sistema del aire forzado no funciona correctamente: es una urna". Un lugar para trabajar que ha achacado como el causante del contagio del funcionario que fallecería después por esta infección. De hecho, Gil ha remarcado que las mediciones del aire alcanzan un alto grado de contaminación.
Por ello, los representantes de los funcionarios han subrayado que este fallecimiento sea reconocido como accidente laboral, ya que no dudan de que fue en la prisión donde fue contraido el virus. Una reivindicación a la que han sumado las condiciones laborales de los empleados, habida cuenta de las agresiones que sufren por parte de los internos.
En lo que respecta al nuevo centro penitenciario, el representante sindical ha aludido a que no existe una relación de puestos de trabajo para el mismo, por lo que no es posible su apertura, hasta al menos, después del verano de 2022, habida cuenta además de que se hace precisa una dotación presupuestaria para abonar las nóminas del nuevo personal.
Aquí, Javier de Diego, de CSIF ha puesto el foco para cuya construcción, ya en su inicio, no tuvo una ejecución ordenada: "No sé quién hace un edificio sin salida de aguas", ha recordado en alusión al colector que tuvo que ser realizado tras concluir el conjunto. Junto a ello, ha recordado que ya en 2018 comenzaron las conversaciones con la Secretaría de Instituciones Penitenciarias para una ley de Cuerpos "que no llega a nada y sin presupuestos". Con todo, ha comentado la posibilidad de destinar en torno a un centenar de funcionarios de la última oposición para destinarlos a las instalaciones de Las Casas.
Por último, Gil ha recalcado que la edad media de los funcionarios que prestan sus servicios en la actual prisión está en torno a los 55 años, por lo que en cuatro año "estaremos jubilados en un 60%".
Agradecimiento
La viuda del funcionario ha agradecido el gesto de los compañeros de su marido y por el "acompañamiento, el cariño y la entrega" demostrados durante la enfermedad y después, "en todo momento". "Han demostrado que además de compañeros, son amigos. Una plantilla excepcional".
Así mismo les ha animado a continuar en sus reivindicaciones para demostrar que el fallecimiento sea considerado como accidente laboral, "ya que está demostrado: aquí había 24 personas que enfermaron al inicio de la pandemia, cuando no estaba el virus alrededor como es ahora. Lo que queremos es que se haga justicia y que los funcionarios tengan esa protección, necesaria para un cuerpo esencial como es del Prisiones".