El tío Juan Ortega y el padre Gonzalo del comunero Juan Bravo, natural de la vecina guadalajareña Atienza, están enterrados en la colegiata de Berlanga de Duero, en una sepultura doble, en una capilla con un bello retablo barroco.
Los dos son naturales de la villa de Berlanga de Duero, que de esta manera une parte de su importante historia al movimiento comunera, que se conmemora de una manera especial coincidiendo con el Día de Castilla y León. Una buena excusa para visitar, este puente del 23 de abril, una de las localidades medievales más interesantes de la Comunidad.
La capilla de los hermanos gemelos Bravo de Laguna, de 1516, está situada a la izquierda de la Capilla Mayor de la esbelta y llamativa colegiata de Berlanga de Duero. Consta de un sepulcro doble y un gran retablo gótico. Están enterrados Juan Ortega Bravo de Laguna, obispo de Ciudad Rodrigo, Covadonga y Coria, junto a su hermano gemelo Gonzalo Bravo de Laguna, alcalde de Atienza, según se señala en la página web municipal de Berlanga, que informa detalladamente de la colegia, y que se describe a continuación.
El sepulcro, fechado en la primera mitad del siglo XVI y de estilo gótico tardío, se encuentra situado en el centro de la capilla y está rodeado por una verja de hierro. Realizado en alabastro tiene forma rectangular, y está decorado con las figuras yacentes de sus moradores y una serie de escudos y laudas en la parte inferior.
En la capilla se puede leer "Aquí esta enterrado el muy reverendo y muy magnífico señor don Juan de Ortega Bravo de Laguna, natural de esta villa de Berlanga, capellán Mayor que fue de la Reina de Portugal, princesa de Castilla. Obispo que fue de Ciudad Rodrigo y sucesivamente de Calahorra y Coria, del Consejo Real; y el muy noble caballero Gonzalo Bravo de Laguna, su hermano, alcaide de Atienza, que nacieron de un mismo vientre y en una hora, el cual falleció en Córdoba en el mes de agosto de 1487, y el dicho señor obispo falleció en 23 de enero de 1517. Decoró esta capilla en mucha plata, ornamentos, libros y pontifical"
En la plaza de San Andrés se alza la colegiata, un grandioso edificio que contrasta por su altura y monumentalidad respecto al resto de la población. La obra de la colegiata fue dirigida por uno de los arquitectos más importantes de la época, Juan de Rasines, y se comenzó a construir en la primera mitad del siglo XVI, bajo el patrocinio de los señores de Berlanga: María de Tovar e Íñigo Fernández de Velasco.
Sin embargo, un siglo después todavía no se había culminado, quedando finalmente inconclusa, puesto que no se construyó ni el claustro ni una de las torres. Los motivos de la construcción de este edificio respondían a una clara intención propagandística y de exaltación del linaje promotor de las obras -buen ejemplo de esta intención lo encontramos sobre la puerta de entrada a la Colegiata, donde se encuentra el escudo de armas de los Tovar y de los Velasco-, estrechamente vinculado al cambio de mentalidad y de modos de vida que la nobleza estaba experimentando a comienzos de la Edad Moderna.
Tras el derribo de las diez iglesias románicas que había en la villa los señores de Berlanga dieron comienzo a la construcción de la colegiata en 1526, una obra que formaba parte de un proyecto arquitectónico más amplio que incluía la construcción de otros edificios (el palacio y la fortaleza artillera) y que tenía como finalidad la transformación urbana de la villa de Berlanga en una auténtica villa renacentista y de representación ducal.
Se trata de una iglesia de tres naves de altura similar, con una cabecera centralizada y tres tramos de capillas más bajas entre contrafuertes. En general las formas son sobrias, de traza renacentista, sin embargo las bóvedas de crucería corresponden al gótico, con un diseño de cuatrifolios. Por tanto, se podría enmarcar en un momento de transición del estilo tardogótico al renacentista.
LAGARTO DE FRAY TOMÁS
Lo primero que vemos nada más entrar en el edificio, colgado de la pared, es el espectacular caimán negro que Fray Tomás trajo de las Islas Galápagos a su regreso a Berlanga, conocido popularmente en la villa como 'el lagarto'. Este animal, tan exótico y raro en tierras castellanas, debió impresionar profundamente a los berlangueses, por eso cuando murió decidieron disecarlo y colgarlo de una de las paredes de la colegiata, como prueba irrefutable de la existencia de un animal tan peculiar.
RETABLO MAYOR
Cubriendo todo el espacio del ábside de la Capilla mayor se encuentra el monumental retablo barroco de estilo churrigueresco realizado en 1714. Elaborado en madera desnuda sin ningún cubrimiento y compuesto por cuatro columnas salomónicas de gran tamaño (cada una labrada en un solo tronco), con una decoración vegetal de racimos de uvas. Entre las columnas se encuentran dos grandes estatuas, San Andrés Apóstol y San Bernardino de Sena, y en el centro del retablo un gran cuadro de “La Asunción de La Virgen”, obra de Antonio Palomino. En el centro del altar del Presbiterio se encuentra un baldaquino dorado barroco, con la talla románico-gótica de la Virgen del Mercado, patrona de Berlanga, realizada en madera policromada.
CAPILLA DE FRAY TOMÁS O DE “LOS CRISTOS”
Llamada así por su fundador Fray Tomás de Berlanga, quien se encuentra enterrado en un sepulcro en el suelo de la capilla, y por la presencia de dos figuras de Cristos, uno en la cruz (de mediados del siglo XVI) y otro en un sepulcro (de la escuela de Gregorio Fernández). También en la capilla hay dos pequeñas estatuas, probablemente una de ellas representa a Fray Tomás.
CAPILLA DE SAN ANDRÉS
Fue fundada por la familia Brizuela y está presidida por un retablo de estilo barroco, de madera desnuda, con tres lienzos de San Andrés, San Juan Bautista y Santa Lucía. Obra también de Antonio Palomino.
CAPILLA DE SANTA ANA
Toma su nombre del retablo gótico flamenco del siglo XV, el cual fue trasladado de una de las iglesias medievales que había en la villa. Fue donado por Pedro González de Aguilera, arcipreste de esta villa
EL ÓRGANO
Fue construido por Mateo de Ávila en 1634 y reformado casi en su totalidad en 1774 por Tomás Sánchez y Fermín Userralde.
EL CORO
Se encuentra abierto al crucero, apoyado en las cuatro columnas centrales y está hecho en madera de nogal. Fue realizado en el último tercio del siglo XVI y es obra de Martín de Vandoma y Vicente Marcos Valderrama.
Pero junto a la colegiata, Berlanga de Duero ofrece un importante patrimonio cultural y artístico, y por ello tiene declaración de conjunto histórico artistico. Su plaza mayor aporticada y su callejero de arquitectura tradicional, que muestra una bella estampa medieval, es otro aliciente.
Pero también está el imponente palacio renacentista de los Tovar, señores de Berlanga, donde está la oficina de turismo y el centro de interpretación de Berlanga. Además, es el acceso al bello castillo medieval y renacentista, y de origen musulmán. Precisamente ahora está en obras de mejora y restauración. La villa conserva parte de las murallas o alguna entrada medieval a la localidad, como la Puerta de Aguilera.
Y también tiene, en el antiguo matadero municipal, el centro de interpretación de la ermita mozárabe de San Baudelio, que se encuentra a unos minutos en coche, y que es una joya única por sus pinturas románicas de influencia árabe.
En este 23 de abril Día de Castilla y León, el grupo de recreacion histórica Oria Dauria, de Soria, han querido estar en Berlanga, y recordar a los comuneros, junto a la casa de la familia de Juan Bravo, hoy sede del CEINCE