Desde que comenzó la pandemia 87 beneficiarios han obtenido las ayudas del fondo creado ante la precariedad causada por la pandemia. En total, se han dado cerca de 70.000 euros. Por otra parte, Cáritas contará con la colaboración económica de la Diócesis para la elaboración de dos proyectos.
La Diócesis de Osma-Soria decidió crear el año pasado el fondo diocesano de solidaridad para ayudar a las pequeñas empresas y a los autónomos en unos tiempos difíciles marcados por el COVID. Esta ayuda contó con 50.000 euros de la Diócesis, 50.000 de Cáritas diocesanas y 25.000 del Seminario.
A todas estas aportaciones se les sumaron las procedentes de sacerdotes o de muchas personas anónimas. Desde su comienzo se han dado ayudas a 87 beneficiarios, 70 de Soria capital y 17 de la provincia, de un total de 112 expedientes. Para poder solicitarla se debe presentar información económica de la empresa y una comisión gestora examina si se debe conceder la ayuda.
En total se han repartido 68.307,13 euros a los 87 beneficiarios, con una media de 785,14 por empresa, aunque cada una obtiene diferentes cantidades del fondo en función de su situación, siendo la hostelería el sector que más ayudas ha pedido.
El Obispo de Osma-Soria, Mons. Abilio Martínez Varea anima a la gente para siga colaborando: “Hago un doble llamamiento a todos que quieran seguir ayudando, y a las empresa y autónomos que no lo conocen para que se pongan en contacto con nosotros. También vamos a hacer una campaña para que las empresas de los pueblos de la provincia conozcan más el proyecto”.
La aportación de la Conferencia Episcopal a Cáritas es de 26.698 euros. Este montante económico se divide en dos proyectos. El primero de inclusión comunitaria al que se destinarán 23.652,60 euros y el segundo, ayudas de acogida al que le pertenecerán 3.045, 40 euros.
El director de Cáritas diocesana de Osma-Soria, Francisco Javier Ramírez, ha explicado en qué van a invertir esos fondos: “Gran parte del dinero va a ir destinado para el programa de inclusión comunitaria. Las personas del centro penitenciario también han sufrido las consecuencias del COVID y no han podido gozar de sus permisos. Por ello vamos a invertirlos en una casa para que las personas que son de lejos puedan estar esos días”.
Por un parte, el Programa de inclusión comunitaria “San Maximiliano Kolbe” es un proyecto orientado a la reinserción de los reclusos derivados del Centro Penitenciario de Soria, cuyo objetivo es ofrecer un ambiente de seguridad y autonomía que les permita su progresiva inclusión en la sociedad.
En cuanto al Programa de Acogida, este ofrece una atención directa, inmediata y personalizada a los participantes para atender a sus necesidades más inmediatas: alimentación, vestido, medicinas, pago de suministros y alquileres, orientación legal y acompañamiento.