El seguimiento de aves acuáticas migratorias en la Comunidad permite mejorar el conocimiento y valoración de los humedales castellanos y leoneses, lugares que utilizan durante sus largas migraciones.
El segundo sábado de mayo de cada año se celebra el Día Mundial de las Aves Migratorias. Se trata de un programa internacional de sensibilización y educación que celebra la migración de las especies de aves a lo largo de las principales rutas migratorias del mundo. Con este fin, cada año se selecciona un lema que ayuda a centrar la atención en este grupo de especies y conectar a personas de todas las edades en todo el mundo para unirse en un esfuerzo común y global para proteger las aves migratorias y los hábitats que necesitan para sobrevivir.
El lema escogido para este año es “¡Canta, vuela y elévate como las aves!”, es una invitación a las personas de todo el mundo para que se conecten y vuelvan a relacionarse con la naturaleza escuchando y observando activamente a las aves, dondequiera que estén. Al mismo tiempo, el tema convoca a las personas de todo el mundo para que utilicen sus propias voces y su creatividad para expresar su aprecio compartido por las aves y la naturaleza.
Las actividades presenciales previstas con motivo del Día Mundial de las Aves Migratorias este año serán muy puntuales debido a la pandemia, como es el caso de la actividad al aire libre que se organizará por la Casa del Parque en el parque natural Hoces del río Duratón, y desde la Consejería de Fomento y Medio Ambiente se apuesta por la sensibilización social a través de redes sociales y de la propia página web de la Junta de Castilla y León
Seguimientos mensuales de aves acuáticas migratorias
Las aves acuáticas migratorias forman parte del rico patrimonio natural de Castilla y León. Este grupo faunístico hace uso de la red de humedales presentes en la región, donde se alimentan y descansan, antes de continuar el largo viaje a través de sus rutas migratorias entre Europa y África. Muchas de estas zonas húmedas, en concreto 297, están incluidas en el Catálogo de Zonas Húmedas de Interés Especial, aprobado en 1994, ampliado en 2001 y que se actualizará este año, otorgando a estos humedales un reconocimiento y régimen de protección que permita su conservación. Además, dos de ellos, la laguna de La Nava, en la provincia de Palencia y las Lagunas de Villafáfila, en la provincia de Zamora, están incluidos en la Lista Ramsar, figura de protección internacional declarada para la conservación del hábitat de aves acuáticas.
Dentro del marco de la planificación de la Red Natura 2000, el Plan de Monitorización del Estado de Conservación de la Biodiversidad en Castilla y León aborda principalmente la propuesta del seguimiento y evaluación de los hábitats de interés en la Comunidad Europea y las especies incluidas en el anexo I y en un listado de especies migratorias de presencia regular de la Directiva Aves, anexos II, IV y V de la Directiva Hábitats, el Listado de Especies Silvestres en Régimen de Protección Especial y en el Catálogo Español de Especies Amenazadas.
El número total de especies objeto de seguimiento se sitúa en 323 taxones de fauna en Castilla y León, lo que da idea de la magnitud del programa regional de seguimiento de fauna protegida. En el marco de este plan está incluido un programa de seguimiento de las aves acuáticas migratorias presentes en la comunidad: mediante el seguimiento mensual de aves acuáticas migradoras en algunos de los humedales más significativos de Castilla y León.
Estos estudios son una herramienta clave para conocer la evolución del estado de conservación de las zonas húmedas y sus valores naturales, sirviendo a su vez como indicadores de su estado de conservación. Mediante estos seguimientos se obtiene una imagen dinámica de cada una de las principales especies de aves acuáticas migratorias a nivel regional y contribuye a revelar la importancia que tienen las diferentes zonas húmedas de la comunidad para la conservación de las rutas migratorias identificando zonas de importancia de parada y descanso para las aves.
En Castilla y León, la Consejería de Fomento y Medio Ambiente es la encargada de coordinar y realizar este seguimiento en el que participan agentes medioambientales, celadores de Medio Ambiente y técnicos de los Servicios Territoriales de Medio Ambiente, junto con el apoyo de personal técnico de la Fundación del Patrimonio Natural.
El aspecto más relevante de este programa es su capacidad para proporcionar tendencias de poblaciones de aves a largo plazo, mediante la recogida de datos de forma estandarizada: recuentos efectuados con la misma metodología y en los mismos sitios cada año. De esta forma, se dispone de información sobre la evolución de las poblaciones de aves acuáticas migratorias y su estado de conservación, teniendo en cuenta que esta información es crucial para su gestión.
Cigüeñuelas, correlimos, faralopos…
Desde hace décadas se viene realizando el seguimiento mensual de algunos de los humedales más relevantes de la comunidad como las Lagunas de Villafáfila en Zamora y varios humedales de Tierra de Campos en Palencia. Pero además desde 2019 se lleva a cabo el seguimiento mensual coordinado de las aves acuáticas migradoras en determinados humedales seleccionados en cada provincia, donde la soriana tiene su protagonismo con el embalse de Monteagudo. Junto a este área, están en la región, la laguna de El Hoyo (El Oso), el embalse del Rincón y el embalse de Serones-Río Voltoya en Ávila, la laguna de Atapuerca, las lagunas de Bárcena (Gayangos) en Burgos; la laguna de Santiz y el balsón de Santa Marina en León; la laguna de La Nava, la laguna de Boada de Campos y la laguna de Pedraza en Palencia; el Azud de Riolobos, la laguna de El Cristo, las lagunas de La Cervera y de La Zarza en Salamanca; las lagunas de Cantalejo en Segovia; el embalse de Monteagudo en Soria; el embalse de San José (Castronuño) en Valladolid; y las Lagunas de Villafáfila en Zamora.
Durante el año 2020 se han contabilizado más 167.000 aves acuáticas pertenecientes a 79 especies, detectándose especies migratorias escasas y amenazadas como el avetoro común, especies raras y accidentales como el falaropo picofino o especies migratorias más comunes y numerosas como los correlimos comunes o los chorlitejos grandes. Todas ellas utilizan estas zonas húmedas como zonas de parada y alimentación para continuar su viaje hacia sus zonas de reproducción en latitudes más norteñas. Por otro lado, unas pocas de ellas, pasan el invierno en distintos lugares de África, se desplazan para reproducirse en los humedales Castilla y León como las abundantes cigüeñuelas y avocetas o las más escasas pagazas piconegras o las garzas imperiales. Y por último, un grupo llega a nuestras latitudes para pasar el invierno como es el caso de los ánsares comunes presentes en lo humedales de Tierra de Campos.
Los humedales más importantes por número de ejemplares detectados han sido las Lagunas de Villafáfila en Zamora con 69.677 ejemplares de 61 especies, los humedales de La Nava (26.656 ejemplares de 53 especies) y Boada de Campos (18.993 de 49 especies) en Palencia, la laguna de El Hoyo (El Oso) en Ávila con 11.394 ejemplares de 40 especies, el Azud de Riolobos en Salamanca con 10.876 ejemplares de 25 especies y el embalse de San José (Castronuño) en Valladolid con 9.721 ejemplares de 25 especies.