Para conocer una provincia tan variada y con tanto encanto, como Soria, hay que visitar, poco a poco, los numerosísimos rincones y vistas que ofrece la provincia en todo su territorio. Aquí van cuatro rincones diferentes que no te puedes perder.
Castillo de Arcos de Jalón: Se ubica en un cerro desde el que se domina toda la localidad de Arcos de Jalón. Está en la misma localidad. Construido en el siglo XIV sobre una fortaleza anterior árabe, conserva la torre del homenaje y parte de los muros. En la explanada del recinton interior hay una gran escultura de del Sagrado Corazón de Jesús. Desde este mirador, se tiene una vista general de la localidad, y de todo el entorno de Arcos de Jalón.
Cueva de Ágreda o de los murciélagos: Es la mejor vista de la sierra del Moncayo, junto a la cueva de los murciélagos, la gruta que da nombra a Cueva de Ágreda. Está en la parte alta de la localidad, con buen acceso. Desde este punto, en la entrada de la cueva, se disfruta la grandiosidad de la sierra. La panorámica deja ver las cumbres Peña Negrilla, San Miguel, Castilla y Lobera, en dirección a Beratón. Espectacular esta cara más oculta de la sierra del Moncayo.
Paseo del río Duero en Salduero: La localidad de Salduero ofrece un paseo fluvial muy cuidado y bello, que va hasta el emblemático puente de los carreteros. En el trayecto encontrarás diversas esculturas, lugares de recreo... Una delicia para la vista que merece la pena conocer.
Mirador de Cabeza Alta y escultura homenaje al hachero. A más de 1.500 metros de altitud, en un mirador desde que el se ve la sierra de Urbión, está la escultura de cuatro metros de altura, hecha en homenaje al hachero, y tallada con motosierra por Abel de Vicente en madera de sabina. A Cabeza Alta se asciende por una pista forestal, que se toma hacia el kilómetro 15, por la izquierda, en la carretera que va de Navaleno a Duruelo de la Sierra, a través del inmenso bosque de Pinar Grande.