El Ayuntamiento de El Burgo de Osma ha prorrogado por 12 meses la suspensión provisional de los valores límite de ruido admisibles de las torres ventiladoras antiheladas de la finca de La Rasa. A cambio, Nufri se compromete a modificar los acristalamientos de las viviendas afectadas.
El pleno ordinario de este lunes del Ayuntamiento de El Burgo de Osma incluía en el orden del día la revisión de la suspensión provisional de los valores límite de ruido admisibles de las torres ventiladoras antiheladas de la finca de La Rasa. Se aprobó la exención por 12 meses y, de esta forma, Nufri se evita por el momento realizar una "brutal" inversión para el cambio de este sistema.
No obstante, el acuerdo alcanzado con el equipo de gobierno no le saldrá gratis a la empresa, que actualmente cultiva manzanas en una finca de 1.100 hectáreas. Nufri se ha comprometido a realizar una medición interior en las viviendas afectas y llevar a cabo un cambio en los acristalamientos de los dormitorios", explica Miguel Cobo, alcalde de El Burgo de Osma.
Esto se efectuará en las viviendas "con referencia catastral y células de habitabilidad legalmente establecidas". Los vecinos deberán solicitarlo en el Ayuntamiento y "dar permiso a Nufri para que se técnicos "de una empresa acordada puedan acceder al interior de los domicilios y realizar las mediciones", puntualiza el regidor burgense.
Miguel Cobo explica que esta exención del cumplimiento de la Ley de Ruido (redactada por la Junta de Castilla y León) viene "de acuerdo plenario desde el año 2011". La norma atribuye a las entidades locales la competencia sobre la exención de ese incumplimiento y, aunque Cobo insiste en que "sigo pensando que esto no debería ser competencia de los Ayuntamientos y así se lo he trasladado a la administración regional", se han producido desde entonces dos exenciones por cinco años cada una.
El problema, que ha derivado en fricciones entre la empresa y los vecinos (entre la actividad económica y el derecho al descanso) se origina por el ruido que procede de los ventiladores del sistema antiheladas. La empresa asegura que sustituir las aspas de los molinos, una de las fórmulas de modificación de los valores de ruido, supondría una inversión a la que ahora mismo no pueden hacer frente y el Ayuntamiento de El Burgo decidió solicitar un informe técnico y audiométrico para "encontrar no una medida correctora individual, sino colectiva".
Este informe propuso tres soluciones al problema: cambiar las aspas de los molinos de 45 hectáreas que dan a La Rasa, ubicar un paramento natural de 20 metros de altura de arbolado para que sirva de barrera a las emisiones, o proceder a un cambio de cerramientos de las vivendas afectadas.
El acuerdo entre Nufri y el equipo de gobierno es que la empresa se obliga a la medición del ruido en el interior viviendas afectadas y hacer un cambio de acristalamientos para que la medición audiométrica interior cumpla la normativa tanto en las zonas descanso como en las comunes.
"Se les ha otorgado la excepcionalidad por doce meses, no los 10 años que pedían, y antes de que estos concluyan revisaremos los resultados de los informes y nos centraremos en otras medidas correctoras", aclara Cobo, que puntualiza que el suyo es "el único equipo de gobierno que se ha mojado y ha hecho algo por solucionar la situación". El objetivo del Ayuntamiento, concluye el primer edil, es que "no perdamos una empresa que tiene previsto un proyecto de inversión a mayores de más de 10 millones de euros y cuenta con una media de 450 empleos fijos al año, pero esto se consiga asegurando que los vecinos de La Rasa puedan descansar como es debido".