La media maratón celebrada en la localidad catalana finaliza con dos corredores sorianos que aúpan a una persona ciega para finalizar la prueba.
El mundo del deporte está lleno de historias con un significado que trasciende de lo meramente competitivo. Los corredores sorianos, Alberto López y Jesús de Miguel, son un claro ejemplo de ello.
El pasado 5 de junio López corrió su primera media maratón en Granollers con el objetivo de conseguir una marca por debajo de la hora y media. A falta de tan solo 3 kilómetros para la meta los planes del corredor cambiaron por completo.
En el kilómetro 18, Alberto López se encontró con Enrique Ortega, corredor ciego, y con su guía que no podía correr más por cansancio: “Cuando íbamos a adelantarlos el guía me pidió que ayudara a Enrique a terminar la prueba, ya que él no podía seguir. No me lo pensé ni un segundo”, afirma el corredor soriano.
Durante el trayecto final Ortega tuvo que explicar a Alberto López y a Jesús de Miguel cómo le debían dar las indicaciones para evitar los obstáculos.
López explica que se ató la cinta a su muñeca para ayudar al corredor invidente y “me adapté a su ritmo ya que iba un poco más lento” para poder finalizar la carrera juntos.
El paso de los kilómetros hizo que Enrique pidiera a los dos corredores sorianos que bajarán un poco la velocidad. A pesar de ello, a la entrada a meta Alberto López cumplió con sus objetivos con nota.
El corredor soriano consiguió finalizar la prueba con un tiempo por debajo de la hora y media (1h 29min), terminando en el puesto 310 (compitieron 3.000 atletas). Sin embargo, el verdadero mérito y el recuerdo que jamás olvidará será su actuación a la hora de ayudar a Enrique.
“El tiempo era lo de menos en ese momento. La cosa era ayudarle”, expresa Alberto López. Una vez finalizó la prueba la generosidad de los corredores sorianos continúo ya que acompañaron a Enrique hasta el coche de su guía.
Antes de despedirse, la diosa fortuna quiso unir todavía más la historia. En el momento de agradecerles toda su ayuda, Enrique les confirmó que desciende de Retortillo de Soria.
“Me ha mandado WhatsApps y mensajes de Facebook para continuar dándome las gracias. Además, me ha dicho que cuando venga este verano a Soria se acercará hasta mi bar para comerse un torrezno”, confiesa Alberto López.
El deporte tiene historias que demuestran que los valores y la humanidad siguen existiendo. Conseguir marcas y trofeos es un auténtico éxito; la actuación de Alberto López y Jesús de Miguel tiene un mérito que trasciende más allá de cualquier título.