El presidente de la Junta valora que la labor de su Gobierno y la de los empresarios ha permitido soportar mejor la pandemia en términos económicos. Defiende ante Empresa Familiar que apostar por Castilla y León merece la pena.
El presidente de la Junta de Castilla y León, Alfonso Fernández Mañueco, ha subrayado su compromiso y el de su Gobierno con los empresarios, claves también para superar los efectos de la pandemia. “Estaremos juntos en la proa de la recuperación”, ha señalado durante su intervención en la Asamblea General de Socios de Empresa Familiar de Castilla y León que se celebra hoy en León, donde se ha mostrado convencido de que los empresarios continuarán aportando su esfuerzo y compromiso con esta tierra.“La seguridad sanitaria facilita la recuperación económica”, ha señalado y ha recordado que se están dando pasos en ese sentido con los nuevos alivios de las restricciones acordados ayer.
“Sois más que meras empresas”, ha resaltado Fernández Mañueco sobre la empresa familiar, a la vez que ha apelado a la necesaria colaboración público-privada, de modo que administraciones y empresas avancen juntas en este camino. El presidente de la Junta ha ensalzado el compromiso activo de este colectivo, con mucho que decir y aportar, con Castilla y León y sus gentes y animado a seguir haciéndolo. Ha llamado a apostar por Castilla y León porque “merece la pena”, ha defendido.
El jefe del Ejecutivo autonómico ha recalcado que continuarán colaborando con Empresa Familiar, como ya se está haciendo con el Plan de Crecimiento Innovador para Pymes que se renovó el año pasado y que desde su puesta en marcha, en 2017, deja cifras relevantes. Se han impulsado 55 proyectos que han permitido la creación de 2.629 puestos de trabajo y el mantenimiento de 9.800. Y dato importante, ha resaltado el presidente, más del 60 % -63,6 %- de los proyectos financiados tiene carácter rural. Con una financiación de 113 millones, de los 120 disponibles, que ha generado una inversión de 374,5 millones. En el caso de León, 12 proyectos, con 724 empleos creados y 1.568 mantenidos gracias a una financiación de 30 millones, la más elevada de la Comunidad, más de una cuarta parte del total.
El compromiso en este sentido, ha apuntado el presidente de la Junta, continúa. Así, ha anunciado que este mismo mes de junio se firmará un nuevo contrato con el Banco Europeo de Inversiones (BEI) para sumar otros 32,1 millones al plan, quedando pendientes de formalizar otros 57,9 millones, que ya están autorizados, de modo que esta legislatura se pueda incluso superar el objetivo de 200 millones de euros para el Plan de Crecimiento Innovador para Pymes.
Fernández Mañueco ha defendido que la apuesta de su Gobierno por impuestos bajos, con una fiscalidad moderada e inteligente, contribuye a la creación de empleo y generación de actividad económica. Ya se han dado en este sentido grandes pasos, como la reciente supresión del Impuesto de Sucesiones y Donaciones que, precisamente, ha resaltado, facilitará el relevo intergeneracional tan importante en la empresa familiar. Era un impuesto, ha recordado, que ponía “trabas” al futuro de estas sociedades y “penalizaba el esfuerzo” de las familias. Por otra parte, ha recordado, el tipo reducido del 3 % en el Impuesto de Transmisiones Patrimoniales Onerosas, en vigor desde febrero para aquellos inmuebles que sean sede de un negocio o centro de trabajo que estén ubicados en el medio rural y creen empleo.
Unas deducciones, ha señalado, que se suman a otras: la segunda tarifa más baja en el IRPF, la fiscalidad más favorable para la natalidad y la familia o ser la tercera comunidad con mejor trato tributario para el mundo rural. Acompañadas de las ayudas puestas en marcha por la Junta de Castilla y León, que se han reforzado para los sectores más perjudicados por la pandemia y que ya ha puesto sobre la mesa 464 millones de euros en ayudas directas y medidas de liquidez y crédito que han permitido movilizar 546 millones.
El compromiso en este sentido continuará, ha resaltado Fernández Mañueco, quien ha comprometido que los cerca de 200 millones de euros pendientes de recibir de la liquidación del IVA de 2017 que debe abonar el Gobierno central se dedicarán a nuevas ayudas directas. Estarán enfocadas a afrontar la recuperación de la pandemia, aprovechando también los nuevos Fondos Europeos y con una mirada especial para la España de interior.