Artículo de opinión de Eder García
Este es el primer año que el Ayuntamiento de Soria decide tener, de forma oficial, programación para reivindicar la protección de los derechos de las personas LGTBI+ y la visibilidad del colectivo. Es fundamental que desde las instituciones se abran espacios en los que los protagonistas somos aquellos que sufrimos discriminación.
Las redes sociales y la proliferación de personajes protagonistas del colectivo en series, películas y libros, hace que los más jóvenes tengan acceso a referentes, indispensables para el proceso de autoidentificación en materia de descubrimiento de orientación sexual o identidad y manifestación de género. En este aspecto se hace crucial que también les ofrezcamos esos referentes desde lo público y en el ámbito más próximo a ellos.
La visibilidad del colectivo y la reivindicación de nuestros derechos tiene que estar en la agenda de forma permanente. La cartera de derechos que vamos viendo reconocidos no está libre de la involución, especialmente con el aumento de los discursos de odio que se abren paso día a día en nuestro entorno.
Es una cuestión de defensa de los derechos humanos, de reivindicación del derecho a ser y de exigir ocupar espacios que nos permitan vivir con libertad como somos. Las personas del colectivo no queremos tolerancia, exigimos respeto. El Orgullo es, precisamente, una manifestación de esta máxima, y por ello es tan necesario.
En esta lucha están llamadas a participar todas las personas, sean o no del colectivo. Una pelea por la igualdad que nos afecta directa o indirectamente a todos y que necesita de nuestro compromiso diario. Cada pequeño gesto, como criticar que un amigo emplee la palabra “maricón” en una conversación de bar, ayuda a que cada vez más gente se dé cuenta de que no podemos permitirnos vivir sometiendo y pisando los derechos de nuestros vecinos, hijas o compañeros de trabajo. Feliz Orgullo LGTBI+, también en Soria.