Ejercicios técnicos, partidos y actividades como piragüismo o senderismo copan el campamento organizado por el ex jugador ACB. En total 46 jóvenes disfrutan de unos días en los que el baloncesto es el gran protagonista.
Soria acoge por quinto verano el ‘Campus Baloncesto y Aventura’ de Nacho Azofra. Las instalaciones del pabellón San Andrés y del colegio Los Escolapios disfrutan estos días de 46 jóvenes que tienen pasión por el baloncesto.
Durante estos 5 días, los jóvenes de hasta 17 años entrenan todas las mañanas dos horas técnicas de baloncesto junto con Azofra y 4 monitores más. Además de los entrenamientos, los participantes practican otros deportes como el piragüismo, paddle surf o senderismo.
El ex jugador ACB muestra la importancia de diversificar las actividades: “Si a los profesionales les cuesta entrenar mañana y tarde durante una semana, imagínate a los chicos. Es mucha carga física por lo que hay que dosificar esfuerzos”. De entre todas, Azofra manifiesta entre risas que “los chavales prefieren las competiciones, ya sean de tiros libres o partidos, para ganar al de al lado”.
El buen ambiente que se respira en el campamento ha hecho que numerosos jóvenes repitan en varias ediciones. Azofra indica que hay muy buena relación “y que incluso alguno de los chicos ve videos míos en internet para saber cómo jugaba”.
El campus que nació hace 5 veranos se ha convertido en una cita habitual de los veranos sorianos. Una de las organizadoras, Inés Morales, contactó con Azofra para crear un campamento de baloncesto en la ciudad. El jugador que no se lo pensó ni un segundo decidió organizarlo. “Sabíamos que Soria no era una ciudad de baloncesto. El paso del tiempo y el esfuerzo de muchas personas está haciendo que eso cambie”, afirma.
Uno de los causantes de esa evolución es el Club Soria Baloncesto. De 3 equipos que tenía hace 5 años ha pasado a 13. En ese sentido, Azofra explica que “esto ya no tiene marcha atrás” y que el proceso es “el adecuado”.
Por su parte, el entrenador del CSB y monitor del campus, Fernando Flores, manifiesta que gracias al campus el baloncesto soriano está “enganchando a más gente y se está empezando a conocer más allá de las fronteras de la provincia”.
Ante este aumento de aficionados al baloncesto, el próximo objetivo del campamento es aumentar el número de participantes, aunque en una cifra controlada, para mantener la calidad del mismo.