El ministro de Interior, Fernando Grande-Marlaska, ha inaugurado este viernes la nueva cárcel de Soria. Un acto que queda en lo meramente político, pues la actividad no arrancará hasta que se produzca la llegada de los funcionarios y el traslado efectivo de los reclusos, todavía sin fecha exacta.
Este viernes, 16 de julio, quedará marcado en la historia de la provincia de Soria como el día en el que se inauguró la nueva cárcel. El acto ha contado con la presencia de Fernando Grande-Marlaska, ministro del Interior. Le han acompañado el secretario General de Instituciones Penitenciarias y la presidenta de SIEPSE, además de todos los representantes políticos de las diferentes administraciones sorianas.
Los presentes han tenido la oportunidad de recorrer las nuevas instalaciones que están compuestas por 8 módulos residenciales y 3 polivalentes, 684 celdas sobles más 152 plazas complementarias y los espacios reservados para Enfermería, Deportivo-Cultural, Cocina, Panadería, Lavandería y Talleres. Todos estos sectores son los propios de los centros tipo, que pretenden asemejar las cárceles a pequeñas ciudades donde "mejorar la dignidad y calidad de vida de las personas privadas en libertad", ha señalado Marlaska durante su discurso.
El acto de inauguración del nuevo centro penitenciario no ha escatimado en protocolo, incluido el gesto de descubrir la placa que conmemorará para siempre este instante. No obstante, todo queda momentáneamente en lo meramente político, pues la actividad en la nueva cárcel no arrancará hasta que se produzca la llegada de los funcionarios y el traslado efectivo de los reclusos, todavía sin fecha exacta.
El ministro del Interior ha comenzado su discurso reconociendo la deuda sustraída por la Administración General del Estado con la ciudad de Soria, "deuda que el conjunto de la sociedad ha reclamado desde hace años". Grande-Marlaska ha incidido en que ignora los motivos por los que "el gobierno anterior mantuvo cerrado y en desuso este edificio desde el año 2014" y ha destacado que "desde el primer día su puesta en marcha fue una prioridad para el Gobierno y para mí".
Ha valorado el ministro el cambio que supondrá pasar de unas "instalaciones obsoletas diseñadas sin otro objetivo que la custodia de los penados" al "centro más moderno de los 84 centros que custodia la Administración del Estado". Una cárcel pensada para "ofrecer un presente de dignidad, pero también un futuro de posibilidades", ha referido Grande-Marlaska.
En palabras del ministro: "Este diseño permite desarrollar el trabajo necesario para devolver a la sociedad mejores personas de las que ingresaron. Estos modernos centros ofrecen algo que los privados de libertad quizás nunca conocieron: acceso a la educación, la cultura, el deporte, la formación profesional y al trabajo productivo en prisión".
"El nuevo centro ya no es un edificio estéril, está listo para comenzar a funcionar de inmediato", ha referido Grande-Marlaska. No obstante, no se pondrá en marcha de inmediato. El traslado de los reclusos, "sin solución de continuidad", según ha referido el ministro. La cárcel de Soria abrirá con dos módulos en funcionamiento.
El ministro del Interior también ha querido poner en valor el "complejo trabajo" para dotar el centro de equipamientos y servicios necesarios para su normal funcionamiento, así como la plantilla de profesionales que requiere su gestión. "Hemos conseguido ampliar la RPT (Relación de Puestos de Trabajo) de una forma importante y el centro contará, además de los ya previstos 140 funcionarios más 19 en prácticas, con 98 funcionarios más, más 12 personal laboral". En total, "más" de 250 funcionarios que trabajarán en la provincia más despoblada de España.
No ha olvidado Marlaska la despoblación en su discurso, pues ha incidido en que es una política perseguida por el Gobierno socialista la de "potenciar las zonas de nuestro territorio" más castigadas por esta lacra.