Viaje en el que se pretende conocer las zonas de vinos que conforman la Denominación de origen 'Ribera del Duero', a través de tres etapas y tres provincias: Soria, Burgos y Valladolid.
Se centrará en la provincia de Soria y se realizarán 50 kilómetros por sus alrededores. Una ruta que comenzará en el municipio de El Burgo de Osma en la provincia de Soria, municipio declarado Conjunto Histórica en gran parte por su inmensa Catedral iniciada en el siglo XII. También destaca por su hostelería y por los tradicionales fines de semana de ‘Las Jornada de la Matanza’ en febrero y marzo.
Pararemos en Berlanga de Duero para ver su magnífico castillo de origen árabe y su gran Plaza Mayor, entre otros elementos históricos. Como dato curioso, el Cid campeador fue el primer alcalde de esta villa.
Continuaremos nuestro camino por localidad de Recuerda, donde visitaremos las bodegas subterráneas que forman la zona alta del pueblo conocida como “la ciudad e la alegría”.
Como penúltimo destino conduciremos hasta Gormaz, para subir hasta su sorprendente e icónico castillo del siglo X, considerado uno de los más grandes de toda Europa. Lo mejor de este castillo son, sin lugar a dudas, las vistas de toda la zona del Duero.
Acabaremos la ruta en el punto de inicio, en el Burgo de Osma, donde podremos disfrutar de sus posadas, su gastronomía e incluso si queremos relajar por completo nuestro cuerpo, podremos acudir a alguno de los dos balnearios que hay en la localidad.
Esta segunda etapa abarcará de nuevo la provincia de Soria, Burgos y Valladolid, que constará de 100 kilómetros aproximadamente y disfrutaremos de grandes tierras vitivinícolas.
Comenzaremos en El Burgo de Osma, pero orientaremos nuestra visita a la localidad de Osma. Allí descubriremos los restos del castillo y las ruinas de la antigua Uxama, yacimiento arqueológico que nos presenta la evolución de diferentes culturas, desde las tribus históricas hasta la romanización.
Seguiremos el camino hasta San Esteban de Gormaz, de origen medieval y declarado Conjunto Histórico-Artístico. En el municipio podremos visitar sus dos iglesias románicas, Nuestra Señora del Rivero y San Miguel (cuna del románico soriano) y la fortaleza musulmana desde la que observaremos una panorámica preciosa de todo el entorno, junto con el río Duero.
Continuaremos con Langa de Duero y su torreón y con el monasterio de La Vid, de origen románico, antes de llegar a Peñaranda de Duero para visitar su monumental plaza, a la que accedemos por un arco y en la que nos encontraremos el Palacio de los Avellaneda, entre otros. Pero no podremos marcharnos sin ver, en lo alto de la localidad, la fortificación alargada del siglo XI.
A la hora del almuerzo, nos trasladaremos hasta Aranda de Duero, capital de la ribera del Duero burgalesa y donde degustaremos sus tan reputados asados. Posteriormente, visitaremos alguna de sus bodegas subterráneas que forman el subsuelo de la localidad y que se encargan de conservar el vino. Un lugar curioso que no podremos perdernos en esta ruta.
Desde Aranda de Duero y siguiendo el curso del río pasaremos por Berlangas de Roa, sede del Consejo Regulador de la Denominación de Origen Ribera de Duero y cuyo patrimonio posee interesantes ejemplos artísticos, como las murallas del s. XIII y la colegiata de los siglos XV y XVI.
Seguiremos nuestro camino por Mambrilla de Castrejón, antes de adentrarnos en el Valle del Cuco (localidades bañadas por el arroyo del Cuco). Pasaremos por Bocos de Duero antes de desviarnos a conocer la localidad de Curiel de Duero, villa en la que podremos acercarnos hasta las bodegas más próximas, para conocer el proceso del vino y degustar alguno de sus caldos.
Nos acercaremos ya al recorrido final de la ruta, situado en pleno corazón de la villa de Peñafiel, en su Plaza del Coso, de origen medieval, completando la visita con el ascenso hasta el castillo, sede actual del Museo Provincial del Vino y a la Casa de la Ribera donde se recrea el vivir cotidiano de dos lugareños a finales del s. XIX. Para cenar en Peñafiel, degustaremos parte de la cocina tradicional castellana, acompañada por algún tinto de la Ribera del Duero. Un básico que no debe faltar en la mesa.
la tercera etapa irá enfocada únicamente a la provincia de Valladolid, con un recorrido de 60 kilómetros, finalizando en la propia ciudad vallisoletana.
La ruta comenzará desde Pesquera de Duero, para visitar alguno de sus yacimientos arqueológicos, aunque son sus vinos los que han dado una fama mundial a esta pequeña localidad. Podremos visitar alguna bodega como la de Emilio Moro, entre otras.
Continuaremos nuestra ruta hasta San Bernardo, donde visitaremos la abadía de Santa María de Valbuena, monasterio cisterciense del siglo XIII y que, tras su restauración, se ha convertido en sede permanente de la Fundación Las Edades del Hombre.
Atravesaremos el municipio de Valbuena de Duero, descubriremos su iglesia de Santa María del Castillo y tras visitarla llegaremos hasta Olivares de Duero para visitar el retablo mayor de la iglesia de San Pelayo, con pinturas del siglo XVI.
Dejaremos atrás el Duero y nos introduciremos en el valle del Esgueva a través de Villabáñez, primer municipio que visitaremos, donde degustaremos parte de su afamada repostería local.
Seguiremos el camino, que ya va llegando a su fin, hasta Renedo para visitar las instalaciones del Parque del Valle de los 6 sentidos, así como el Centro de Interpretación Valle del Esgueva. A aproximadamente 10 kilómetros, se encuentra Valladolid, capital administrativa de la comunidad, bañada por los ríos Pisuerga y Esgueva y de origen muy antiguo.
Su época de esplendor coincide con la presencia de los Reyes Católicos, momento en el que se construye gran parte de su patrimonio monumental. Visitaremos algunos de sus destacados recursos turístico-culturales como el Museo de Arte Contemporáneo Patio Herreriano, entre otros.
Un paseo en moto por las calles más céntricas, por Paseo de Zorrilla, o por las calles paralelas al Pisuerga, hará que nuestros viajeros se enamoren aún más de esta capital.
Además, si nos entrara hambre, podríamos acudir a alguno de los restaurantes más afamados, situados en la Plaza Mayor o si lo prefiriésemos, podríamos recorrer los diferentes locales de tapeo, acompañado con uno de los cinco vinos con denominación de origen que posee esta provincia.