Nueve grupos para tres escenarios. Sonando Soria pretende enlazar la música con la ruralidad para poner en valor ambos conceptos.
Esta mañana en la Diputación Provincial se ha presentado la que será la primera edición de Sonando Soria, un festival "hecho por Soria y para Soria", según ha destacado Enrique Rubio, diputado del área de cultura, que ha puesto en valor "la capacidad de los grupos de la provincia para unirse frente a la adversidad y apostar por relanzar la cultura".
El primer Sonando Soria ha seleccionado los núcleos de San Pedro Manrique (31 de julio a las 20:00 horas), Golmayo (8 de agosto a las 12:00 horas) y Berlanga de Duero (24 de agosto a las 20:00 horas) como sedes de su primera edición.
Los nueve conjuntos se dividirán, en función de su estilo, en tres días para que el público pueda escoger el que mejor se adapte a sus preferencias u optar por acudir a las tres citas para hacerse una idea completa del panorama musical provincial. "No están todos los que son en Soria", ha puntualizado Rubio, por lo que desde la Diputación se asegura que "Sonando Soria nace con la idea de quedarse y tiene afán de continuidad para poder alcanzar a más conjuntos y más ubicaciones".
Los conciertos quedan configurados de la siguiente forma:
31 de julio: San Pedro Manrique, en el anfiteatro de la Virgen de la Peña. Tocarán Blues Deluxe, Los Trócolos y Pon un Kachi.
8 de agosto: Golmayo, en una ubicación "sorpresa". Tocarán Thomas Holt, Bardos, Druidas y otras movidad y Los Pizarros.
24 de agosto: Berlanga de Duero, en la Plaza Mayor. Tocarán Mara Row, Cardelina y Vanessa & The Criminals.
Los tres conciertos serán gratuitos y las condiciones de aforo se adaptarán a la normativa vigente para controlar la expansión del coronavirus.
Sonando Soria nació a iniciativa de los nueve grupos sorianos que conforman un cartel "de altura". De forma conjunta presentaron la propuesta a la Diputación que, "a la vista de que Soria es su apuesta, no nos queda otra de que ellos sean nuestra apuesta", ha referido el diputado de Cultura.
El objetivo, además de demostrar que la cultura es segura en los tiempos que corren, es incidir en la idea de que "la música también puede luchar contra la despoblación". Por ello, se han seleccionado ubicaciones singulares, que puedan resaltar su atractivo con "propuestas artísticas diferentes". Los escenarios de los conciertos serán de 360 grados, es decir, que se podrán contemplar desde cualquier punto alrededor, y contarán con una iluminación pensada especialmente para ellos.
La propuesta aúna la sensibilidad de los músicos con el concepto de ruralidad para poner en valor los dos términos y demostrar por qué Soria es una potencia musical que no tiene nada que envidiar a otras.