Tras las medidas establecidas por la Junto, el sector hotelero y de eventos vuelve a ser uno de los grandes perjudicados. La caida en algunos casos llega al 50% de las reservas ya realizadas y que se han anulado en las últimas horas. El sector exige ante esta “situación catastrófica”, un protocolo de trabajo "concreto y preciso".
Las nuevas restricciones aprobadas por la Junta para parar la quinta ola del Coronavirus ya se hacen notar en la economía de Castilla y León. Raquel González, desde la Asociación de Hoteles regional, explica a Soria Noticias que “durante la jornada de ayer (martes) ha habido una caída de reservas en alojamientos en torno al 40%, en algunos sitios incluso más, llegando al 50%“.
Los eventos sociales (reuniones familiares, concentraciones de equipos deportivos o actos empresariales) en esta época del año son vitales para el equilibrio económico del sector. Celebraciones y alojamiento están conectados debido a que en muchas ocasiones el evento se hace en el mismo hotel del alojamiento por lo que la anulación de los primeros “conlleva una caída también de las reservas de habitaciones", explica.
González describe la situación como “caótica”. Ellos se encargan de gestionar tanto compras de forma mensual como el personal necesario para cada evento y ambos se planifican con bastante antelación. Más ahora que "todavía tenemos personal en ERTE. Si tienes un evento el jueves, el viernes o el sábado, no puedes sacarlo el mismo jueves”, indica.
Los hosteleros quieren que, por un lado, no se siga “dando bandazos” y por otro, exigen que se protocolice una forma de trabajar "clara y precisa. Con todas las restricciones y medidas que sean necesarias, pero que se nos deje trabajar. Además, González considera que “hasta ahora, lo que hemos podido hacer, no lo hemos hecho mal” así que pide que “nos sentemos a hablar y valoremos cómo se pueden hacer las cosas seguras”. Lo único que necesitan todos los hoteleros y organizadores de eventos es que “les dejen trabajar, porque lo único que conseguimos con esto es que la gente no quiera venir a Castilla y León”, ha concluido.
A principios de mayo de este mismo año, la asociación remitió a la Junta de Castilla y León a un borrador de protocolo para trabajar de forma segura y concisa, que no ha obtenido ninguna respuesta al respecto. A pesar de ello, la gerente explica que “evidentemente nosotros trabajamos con protocolos internos y además con protocolos que están muy consensuados a nivel de organización de eventos porque manejamos todos la misma información y más o menos actuamos de la misma manera”, ha apuntado.
El sector necesita que la Junta de Castilla y León no solo los atienda y los oiga, sino que también los escuche y que se les tenga en cuenta. Señalan que no se trata de “un bar con una barra y una pequeña terraza que pueden comprar a diarios o cada dos días” sino de negocios que requieren mucha planificación. González ha hecho hincapié en que “hay que tener en cuenta que las empresas y los hoteles que se dedican a grandes eventos gestionan compras de forma bimensual, trimestral e incluso semestral”.
La Asociación de Hoteles de Castilla y León señala que las pérdidas son dobles. Por un lado lo que no se factura y por otro asumir los costes de devoluciones y pagos de materias primas. A esta sitaución de preocupación, se une el caos que supone la cancelación de eventos muy importantes como concentraciones deportivas o actos empresariales. Pese a todo "el grueso en estas fechas, son las celebraciones familiares” como las bodas, concluye Raquel González.