El alcalde de la capital considera que no se puede ejercer una clausura perimetral a zonas como La Dehesa, Valonsadero, las orillas del Duero o la Junta de los Ríos. Sí que anuncia que el Ayuntamiento establecerá una mayor vigilancia policial a estas áreas.
"Es muy difícil poner puertas al campo". Con estas palabras, el alcalde de Soria, Carlos Martínez, ha explicado la imposibilidad del Ayuntamiento de ejercer cierres perimetrales a zonas abiertas del municipio, como por ejemplo La Dehesa, Valonsadero, las orillas del Duero o la Junta de los Ríos, toda vez que así lo aconsejaban ayer en la Junta de Castilla y León para atenuar el aumento de nuevos contagios en toda la Comunidad.
Para el regidor, la "presencia física" de cuerpos como el de la Policía Municipal y el de la Policía Nacional, coordinados entre sí, pueden de "alguna forma" evitar aglomeraciones que como se sabe, son una de las grandes preocupaciones de las autoridades sanitarias en lo que es la expansión del virus, "entre jóvenes y no tan jóvenes".
En este sentido ha querido indicar que indiviudalmente cada persona es responsable en la contención del virus, y ha aludido que "todos, en un momento dado, tenemos ciertas dosis de relajación que tenemos que asumir".
Sobre el refuerzo policial, el alcalde ha incidido que en el horario de cierre de los establecimientos de hostelería es la franja donde se hace más precisa la asistencia policial ya que en ese momento se produce "una acumulación importante" de personas en el exterior de dichos entornos. Por ello se hace preciso "despejar" de forma rápida estos grupos.
Por último, ha recordado que en fechas estivales se produce un aumento más que significativo de la población en el municipio, como así lo demuestra que se haya duplicado el consumo de agua. Con todo, ha apelado a la responsabilidad para "resolver esta quinta ola sin generar tensión hospitalaria".