Peregrina parece haber dado un paso atrás y Serrano uno adelante en los últimos días. Hoy se decide, además de la fecha, cómo se elegirán a los compromisarios. Los dos grupos son conscientes de los inmensos beneficios que potencialmente traería un acuerdo.
El Partido Popular de Soria celebra esta tarde-noche (a partir de las 20:00 horas) una Junta Directiva en la que se decidirán varias calves sobre el futuro proceso congresual para elegir la organización del partido en la provincia. La cuestión más evidente es la de la fecha, el 17 o el 25 de septiembre, pero hay otros aspectos a definir y que podrían ser decisivos si finalmente continúa la división dentro del partido.
El más importante es como se decidirán los compromisarios. Los compromisarios, aparte de tener un papel clave en la organización del congreso y de las ponencias del mismo, serán los encargados de elegir al presidente si la militancia no habla con suficiente contundencia. Esto es, si ningún candidato logra más del 50% de los votos y un margen superior al 15% sobre el resto, la decisión queda en manos de los compromisarios.
Estos varios centenares de afiliados con derecho al voto en una supuesta ‘segunda vuelta’ son elegidos en función del territorio. Hoy se decidirá si se reparten por municipios (algo que, en teoría, podría beneficiar a los opositores a De Gregorio) o por comarcas (algo que, en teoría, podría beneficiar a la actual presidenta).
Otro aspecto a tener en cuenta es que el centenar de miembros de la Junta Directiva provincial son compromisarios natos. Por ello, la anulación por parte del Comité de Garantías del PP Nacional de los cambios en dicho órgano impulsados por Yolanda de Gregorio en 2020 supone un nuevo reajuste de cuentas que juega en su contra. Todo ello, claro está, si ningún candidato logra las condiciones antes reseñadas.
Y todo ello, claro está, si finalmente hay votación entre los afiliados (podrán votar todos los que estando al corriente de pago decidan inscribirse para ello) porque no se llega a un acuerdo antes. De la Junta Directiva de hoy saldrán los plazos para presentar precandidaturas, juntar avales (unos 90) y el periodo de campaña, marcados todos ellos por las vacaciones de verano. Todo parece indicar que, con independencia de lo que suceda hoy las negociaciones para llegar a una lista única seguirán hasta última hora.
Y es que las dos facciones del PP (la cercana a Valladolid a la delegada de la Junta Yolanda de Gregorio por un lado y la cercana a Génova, a Tomás Cabezón y contraria a la gestión de la actual presidencia del PP Soriano) son conscientes de lo positivo que resultaría un pacto. “Un nuevo enfrentamiento supone otro centenar de rebotados y a saber cómo se llega a las urnas”, señala una persona que vivió muy de cerca la campaña en el anterior congreso entre Pardo y Angulo.
En el otro lado de la hipótesis, una lista de consenso supondría acabar con las batallas internas y poner orden en un partido que ha sido lo más parecido al ejército de Pancho Villa en el último lustro. Si “las aguas bajan calmadas” el regreso de la PPSO (Pardo, De Miguel y los alcaldes de Pinares) se daría por echo y los hay que fantasean con echarle ya la caña a los escasos pero apetecibles restos de Ciudadanos en la provincia.
Con esas ‘cuentas de la lechera’ y aprovechando el oleaje nacional el PP podría mantener la Diputación y recuperar varios ayuntamientos importantes dentro de 2 años. Lo de la capital ya es otro cantar, porque los populares por el momento son incapaces de vislumbrar un candidato de garantía. También volvería a los 3 procuradores en Valladolid y sumaría un senador más. El botín es lo suficientemente interesante como para dar por buenas las declaraciones que desde ambos aseguran que se busca y se quiere el acuerdo.
De hecho, las negociaciones entre los dos sectores han sido una realidad en las últimas semanas, se han producido en las últimas horas y prometen seguir intentándose, salvo que todo salte hoy por los aires, hasta el último momento. En ellas participan también cargos orgánicos con mando en plaza tanto desde Valladolid como desde Madrid.
El vaivén de nombres ha incrementado su intensidad en los últimos días. Asumido que Yolanda de Gregorio nunca recibirá la excepción de Génova (“se reservan para gente que genera consenso, y no es el caso”, argumentan en Madrid), los candidatos eran José Manuel Hernando y Jesús Peregrina. El primero, por el grupo crítico por la actual presidenta, se mantiene, pero el segundo, más cercano a De Gregorio, parece haber dado un paso atrás en los últimos días.
En los últimos días ha sido Benito Serrano, actual presidente de la Diputación, quien se ha postulado para el puesto. Lo hace más en busca de un consenso que por un interés personal, señalan desde su entorno. Su poca vida de partido es para unos un valor sobre el que cimentar en la actual situación y para otros (algunos ahora fuera del PP) un gran inconveniente.
Queda por ver si los críticos consideran a Serrano un hombre neutral o un nombre de Yolanda de Gregorio. Y también quién sería su secretario provincial, un puesto que podría caer en el sector más cercano a Génova para mantener el equilibrio. Sin duda la Junta Directiva de esta tarde será bien intensa.