Camilo Sainz, presidente del Colegio de Dentistas de Soria (CODE), nos da algunos consejos para la vuelta de los pequeños a las consultas. La pandemia hizo que el curso pasado solo fueran a las consultas de Sacyl y Educación los niños de 1 y 2 de Primaria.
El viernes 10 de septiembre los niños inician el nuevo curso escolar y con ello la normalidad vuelve a nuestra sociedad. Después de tantos meses postcovid esperamos que los niños vuelvan a las consultas dentales al ritmo que marca el programa de salud bucodental del Sacyl. Los escolares serán nuevamente citados por aulas en la unidad de salud bucodental y les revisarán sus bocas con evaluación del estado las encías, caries y maloclusiones dentales.
Durante el curso pasado tan sólo los niños de 1 y 2 de Educación Primaria Obligatoria fueron citados a revisiones en Soria, con lo que muchas caries han avanzado en los 4.000 niños de 6 a 14 años de edad. Para muchos va a ser la primera vez, que tengan que ir al dentista y para, por desgracia, otros tantos van a tener que realizar tratamientos conservadores de las caries que se han producido durante tantos meses de excesos de dulces y poca prevención con cepillados y uso de flúor.
Cuando los niños ven que sus padres tienen miedo al dentista, o están preocupados por si les vs a doler mucho, el niño aprende que hay que tener miedo porque es lo que está viendo en casa.
Vamos a repasar algunos consejos e ideas que ayudaran en esta vuelta de los escolares sorianos al dentista.
Normalicemos la visita al dentista, y no esperemos a que surjan los problemas. Lo ideal es aprovechar los programas escolares preventivos del Sacyl dónde los niños acuden en grupo con sus compañeros de clase.
Trabajemos la higiene dental en casa, después de cada comida. Cuando antes empecemos, más fácil será automatizarlo.
Los niños deben notar que los papás están tranquilos, tanto en el trayecto, como en la sala de espera. No deben reforzar el miedo. Enunciar en positivo la visita, y que se va a portar bien, e incluso reforzarle con un premio a la salida.
Siempre es mejor que el niño pase solo a la sala. De esta forma el profesional podrá hacer mejor su trabajo, no olvidemos que los niños se portan de forma diferente cuando están los padres. La presencia de los padres en el gabinete puede entorpecer la relación del dentista con el niño.
Reforzar la conducta del niño, es decir, hagámosles saber que estamos orgullosos y contentos por lo bien que se ha portado y cumplamos lo prometido, ese pequeño premio.