Estas dinámicas suponen una herramienta clave para la mejora del conocimiento sobre la especie, y para hacer frente a los nuevos retos que supone su evolución favorable.
Tras más de dos años de trabajo, la Junta de Castilla y León y el Grupo de investigación del oso pardo cantábrico del IMIB han iniciado el programa de radiomarcaje de osos pardos mediante la primera captura de una hembra de oso pardo durante la jornada de ayer.
Durante la anestesia, que trascurrió sin complicaciones y fue monitorizada por el equipo veterinario, se le realizó un examen físico completo, y un análisis hematológico, bioquímico y urinario, en campo, constatando que los valores analizados se hallan dentro de los rangos normales para la especie y edad. Asimismo, se recogieron muestras biológicas y datos biométricos para futuros estudios sobre la especie.
El programa de radiomarcaje se desarrollará en una primera fase durante los próximos 4 años, y persigue el objetivo de capturar y radiomarcar entre 20 y 30 ejemplares de oso pardo en la Cordillera Cantábrica. Si bien en una etapa inicial se desarrollará en León en las comarcas de Laciana y Alto Sil, a medio plazo se trabajará en territorios limítrofes de la provincia de León con la comunidad autónoma de Galicia, contando con el apoyo de la Xunta de Galicia, e igualmente se trabajará en la subpoblación oriental de la Cordillera, tanto en el extremo oriental de León, como en la Montaña Palentina, y en la comunidad autónoma de Cantabria.
La ejecución de este programa de radiomarcaje mediante la integración de equipos multidisciplinares y expertos pertenecientes a grupos de investigación y a las administraciones de las comunidades autónomas supone una herramienta clave para la mejora del conocimiento sobre la especie, y para hacer frente a los nuevos retos que supone su evolución favorable.
En concreto, el Plan de captura y radiomarcaje de oso pardo en Castilla y León define como OBJETIVOS del plan los siguientes:
En relación con los equipos de captura, el plan describe los riesgos inherentes a la captura y radiomarcaje de osos pardos, considerando indispensable una formación adecuada de los equipos de intervención.
Dentro de los distintos equipos materiales de captura, los protocolos aprobados para el desarrollo del plan de captura en Castilla y León establecen que se deberán aplicar sistemas que permitan la selección o discriminación de ejemplares.
En este sentido los métodos de captura autorizados deben ser efectivos, selectivos y seguros, tanto para los animales como para las personas involucradas en las diferentes tareas asociadas con la captura, existiendo técnicas de captura específica que permiten seleccionar el sujeto a marcar, consistentes en sistemas de visualización y disparo remoto, sistema de captura por tanto mínimamente invasivo.
De forma complementaria a este sistema de captura, en el plan de captura de Castilla y León se autoriza el remolque trampa (tipo “culvert”) en el caso de capturas dirigidas sobre un ejemplar o ejemplares concretos previamente identificados y localizados (por ejemplo, osos habituados a un determinado recurso trófico como comederos de pienso, contenedores, asentamiento apícola, huertos, frutales…). Sobre este tipo de sistema de captura, remolques trampa o “culvert”, la Junta ha desarrollado un doble sistema de seguridad y activación remota que permite en todo momento visualizar la trampa en tiempo real y seleccionar en qué momento se procede a la activación de la misma, evitando así atrapamientos o lesiones sobre en segundo ejemplar, principalmente osas con crías, que pudieran acceder a la trampa.
Antecedentes
La Estrategia Nacional para la conservación oso pardo cantábrico, informada favorablemente por el Comité de Flora y Fauna Silvestres en 1999 y aprobada por la Comisión Nacional de Protección de la Naturaleza en 1999, vigente hasta la reciente aprobación de la nueva estrategia en 2019, recogía como líneas básicas de actuación en el apartado 5.1. Conservación de la especie: 5.1.1.6. la elaboración de un “protocolo de captura de ejemplares con fines de conservación, científicos o de gestión, que reduzca el riesgo de mortalidad a niveles soportables para una pequeña población de osos, considerando el material y los métodos que garanticen el seguimiento de los animales una vez liberados en el medio natural”.
Por su parte, el Decreto 108/1990, de 21 de junio, por el que se establece un estatuto de protección del oso pardo en la Comunidad de Castilla y León y se aprueba el Plan de recuperación del oso pardo, define en el Objetivo 2 la necesidad de ‘regular las actividades turísticas y recreativas con el fin de evitar las molestias que pudieran ocasionar a la especie’ y en el objetivo 6 la necesidad de ‘disponer de información actualizada y continua sobre la evolución del núcleo poblacional de osos pardos así como de sus factores limitantes inmediatos mediante el establecimiento de mecanismos de control de la población y de sus individuos y promover la realización de censos’.
Por último, el Plan básico de gestión y conservación del oso pardo en Castilla y León, aprobado por ORDEN FYM/775/2015, de 15 de septiembre, por la que se aprueban los Planes Básicos de Gestión y Conservación de la Red Natura 2000 en la Comunidad de Castilla y León, establece entre sus líneas prioritarias de investigación-mejora del conocimiento la realización de estudios sobre el uso del espacio, comportamiento ante actividades humanas y conectividad de las poblaciones occidental y oriental mediante radiomarcaje y análisis de indicios.
La iniciativa de desarrollar un programa de radiomarcaje de oso pardo en Castilla y León fue incluido en el orden del día de la reunión extraordinaria del grupo de trabajo del oso pardo en la cordillera cantábrica celebrada el día 21 de junio de 2019.
Tal y como se acordó en la reunión del grupo de trabajo, por parte de la Junta de Castilla y León se avanzó en la elaboración de un plan de captura y radiomarcaje, que fue remitido al grupo de trabajo de oso pardo cantábrico el 16 de noviembre de 2020, dando así cumplimiento al compromiso adquirido de realizar el citado plan de marcaje de forma previa a su iniciación.
Definidas las bases del plan de trabajo, durante el día 8 de julio de 2021 tuvo lugar en el Centro de Recuperación de Fauna Silvestre del Gobierno de Cantabria, en Villaescusa, una reunión entre la Dirección Técnica del Plan de Captura y el Dr. Vincenzo Penteriani, junto con personal técnico y veterinario del Gobierno de Cantabria y del Parque de la Naturaleza de Cabárceno. En esta primera reunión se definieron las bases estratégicas del plan de captura y se avanzó en cuestiones operativas en relación con el inicio de los trabajos de campo, objetivos prioritarios, sistemas de captura y marcaje, entre otros. Igualmente se aprovechó la jornada para la puesta a punto del equipo de captura remoto con la colaboración con los agentes del medio natural del Gobierno de Cantabria.
En dicha reunión se acordó la realización de nueva práctica en Cabárceno, con ejemplares de oso pardo en cautividad, como paso previo al inicio del programa de capturas en campo, y que finalmente tuvo lugar el 2 de agosto.
Tal y como se ha descrito, durante el mes de agosto de 2021 se perfeccionaron los protocolos veterinarios para los diferentes equipos de captura (equipos de control de remoto y culvert), pudiéndose iniciar el programa de captura y radiomarcaje con personal experto de las diferentes instituciones participantes con las máximas garantías, dando como resultado esta primera captura y radiomarcaje de un oso pardo en libertad en décadas.