La Plaza de Toros de Arcos de Jalón acogió durante la tarde de ayer un concurso histórico.
La afición taurina de Arcos de Jalón volvió este sábado a disfrutar de un arte muy distinto a la tauromaquia, pero que también derrocha emoción en forma de arriesgados quiebros frente a las astas de los novillos.
El Concurso Nacional de Recortadores organizado por la empresa Toros Puerta Grande incluía, además, tintes históricos. Por primera vez, la Plaza de Toros de Arcos de Jalón acogió un encierro completo de cuatro novillos en un concurso de estas características.
Los novillos de la ganadería Hermanos Mateo pusieron todo el encaste necesario para que los profesionales del recorte, los especialistas más destacados de la temporada, pudiesen hacer gala de una depurada técnica que se fragua, entrenamiento tras entrenamiento.
El público respondió a la propuesta en una tarde de ambiente más que agradable.