Los ganaderos de la cabaña de serrana negra soriana empatizan con la situación de Alejandro García y piden una mejor regulación de la caza, la "única manera de controlar la tuberculosis".
Este medio publicó, en exclusiva, el drama que está viviendo Alejando García, ganadero de Tierras Altas que, de forma extraoficial, ha sido informado por técnicos de la Junta de que deberá sacrificar a los 259 ejemplares de raza negra serrana soriana que forman su cabaña tras la aparición de varios positivos por tuberculosis.
De confirmarse la decisión de la administración competente, la raza negra serrana soriana (especie protegida) experimentaría una reducción del 49%, pasando de los 530 ejemplares a tan 271. Esto significaría que la cabaña, a pesar de los esfuerzos invertidos por la Diputación Provincial y los ganaderos, retrocedería hasta las cifras de 2015.
Para Raúl Lozano, diputado de Agricultura, esto supondría un auténtico "varapalo", no por la inversión realizada, porque asegura que "el dinero es dinero", sino "por todas las ilusiones puestas por tantas personas que se han propuesto levantar y revalorizar una raza tan soriana", expresa.
La Diputación Provincial contactará con la Junta de Castilla y León para "intentar salvar alguno de los ejemplares o encontrar una medida para minimizar los daños", afirma Lozano. Explica el diputado que "Alejandro García mantiene divididos a sus animales en dos ubicaciones distintas", por lo que "se podrían mantener aquellos en los que no se ha detectado ningún positivo".
Además, también se contempla la preservación de embriones y esperma de la explotación de García para "salvar el material genético pensando en generaciones venideras", apunta el diputado. "Vamos a lucharlo", insiste Lozano.
Los ganaderos que forman la cabaña de raza negra serrana soriana empatizan con la situación de Alejandro García porque "nos podría haber pasado a cualquiera", refiere Enrique Rubio, ganadero de negra serrana soriana. Rubio considera que "no podemos permitir que se pierda el espectacular patrimonio genético de la raza" por lo que anima a "pelear" para intentar "encontrar soluciones extraordinarias a problemas extraordinarios".
Respecto a los positivos por tuberculosis y el papel que podría haber adoptado Alejandro García para prevenirlo, Rubio apunta que se trata de "un problema difícilmente evitable". La fauna salvaje es quien contagia al ganado controlado y estos animales "saltan verjas y pastan en los mismos pastos que nuestras vacas", explica el ganadero.
Pide a la aministración competente que "adquiera medidas drásticas para controlar la fauna salvaje y para que no se produzca su mezcla con la cabaña ganadera". La mejor manera para Rubio sería "mejorar la regulación de la caza".