PROVINCIA
Actualizado 29/09/2021 20:38:35

Cada recolector guarda como un auténtico tesoro aquellas ubicaciones donde las floraciones de setas son más intensas, pero hoy enseñamos tres rutas de lujo para disfrutar de la micología en su máximo esplendor.

El otoño es, en muchos lugares, sinónimo de melancolía. Pero en la provincia de Soria se recibe con los brazos abiertos. Es cierto que los días son más cortos, pero la naturaleza ofrece paisajes increíbles que, si la climatología acompaña (y este 2021 parece que así está siendo) guardan auténticos tesoros micológicos por descubrir. Boletus aereus, boletus edulis, níscalos, amanitas caesareas, rebozuelos, setas de cardo… son muchas las especies que abundan en los bosques sorianos para disfrute de los recolectores.

Soria cuenta con 15 acotados micológicos que regulan, en su conjunto, 192.738 hectáreas (el 25,4% de todo Castilla y León). En pocos días, estos espacios se inundarán de seteros cargados de cesta, navaja y, por supuesto, licencia de recolección; documento necesario que se debe acompañar del máximo respeto por el medio ambiente.

Escenarios únicos

Un buen recolector sabe que para coger setas el arma más importante de todas es la paciencia. Todo experto micológico nos dirá que debemos aprender a disfrutar del paseo, aunque siempre lo más gratificante es localizar varios ejemplares con los que sentarse a la mesa tras concluir la recolección.

Las mejores ubicaciones suelen guardarse en secreto como un auténtico tesoro, pero hoy hacemos una excepción y proponemos tres senderos en los que descubrir la micología en Tierras Altas. La comarca no queda lejos de la capital soriana, entre 40 y 50 minutos en coche, una distancia más que asumible para quien busca dejarse atrapar por la naturaleza.

Por supuesto, las tres opciones solo pretenden servir de referencia para que los visitantes puedan hacer suyo el trayecto y descubrir otros lugares tan singulares como los que vamos a detallar a continuación. Sendas que, además, permitirán empaparse de la magia que rodea a esta comarca, una de las más despobladas de Europa pero con una amplia riqueza histórica, patrimonial y paisajística.

Santa Cruz de Yanguas

La primera propuesta arranca desde la localidad de Santa Cruz de Yanguas (a 50 minutos de la capital soriana). Se puede dejar el coche aparcado y caminar desde la pista forestal que sube al puerto de Piqueras.

Existe en la zona un itinerario micológico perfectamente señalizado y con paneles informativos de las especies a recolectar. Este recorrido discurre por bosques de pino albar, hayedos, praderas y bosques de ribera.

La variedad de especies a recolectar es extensa. Encontraremos varios tipos de russulas, como la urretxa y la seta de cura, hongos y níscalos en los pinares. Durante la ruta encontraremos además varios refugios, como el del barranco de las Monjas, donde poder hacer un alto en el camino. Internándonos en el bosque podemos encontrar rodales de abedul y un pequeño bosque de cedros. Otra posibilidad es seguir el GR-86, en su etapa Santa Cruz de Yanguas-Almarza.

Pinar de Taniñe

40 minutos separan Soria de Taniñe, aunque lo más práctico en este caso es no dejar el coche en el pueblo, sino tomar una pista forestal que se encuentra a la entrada del pueblo y conduce directamente a los pinares. El recolector deberá elegir el escenario que más se ajusta a sus preferencias, pues el tipo de bosque cambia a medida que se asciende.

Aconsejamos dejar a un lado las prisas y decantarnos por la parte final del trayecto, lugar idóneo para aquellos recolectores menos avezados. En la zona más baja encontramos pino laricio, y según avanzamos aparece el pino albar, mezclado con robles formando una masa densa por la que es difícil caminar. Por último, en la parte más alta, encontraremos unas magníficas masas de pino albar donde poder recolectar infinidad de especies.

La opción de Soria Noticias: Para aprovechar al máximo el desplazamiento, recomendamos preparar con tiempo la visita y tener en cuenta que esta ruta nos permite descubrir varios despoblados. Pueblos, antes llenos de vida, que ahora ponen al alcance de la mano un auténtico viaje en el tiempo a través de su historia. Aproximadamente a 3 kilómetros de iniciar la ruta, encontraremos otra pista a la izquierda que nos conduce al «Alto del Ayedo» y a la ermita de San Fructuoso. Si continuamos por el camino que llevábamos, a unos 4 kilómetros de este cruce, encontraremos el pueblo abandonado de Buimaco y más adelante, Valdemoro, Armejín y Villarijo.

Pastizales y pinares de Sarnago

Se accede a Sarnago desde la carretera SO-630, a 1,5 kilómetros del pueblo de San Pedro Manrique en dirección a Magaña, por una carretera sin asfaltar. Los pastizales que se localizan antes de llegar al pueblo son los lugares idóneos para la floración de perrechicos (en primavera) o champiñones y alguna seta de pradera.

Además, desde Sarnago arranca todo un entramado de pistas forestales que dirigen hasta una gran extensión de pino albar. Una de ellas, la que parte desde la localidad a mano derecha, llega hasta Valdelavilla, núcleo más conocido en la actualidad como Peñafría, pueblo de la serie El Pueblo.

Como ya hemos mencionado, estos son solo tres ejemplos para descubrir la micología en la provincia soriana. Para conocer otras rutas, y cientos de curiosidades de Soria, puedes visitar la página web de Soria Ni Te La Imaginas.

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