El Gobierno habla del máximo aprovechamiento de las ayudas en la última disposición adicional de todos los presupuestos, pero no aparece nada en la memoria de beneficios fiscales y no se sabe nada de cuándo o cómo se aplicarán. Un gris más negro que claro.
La presentación del proyecto de ley de los Presupuestos Generales del Estado y sus informaciones complementarias era el punto clave para descubrir, tras meses de respuestas evasivas y tibiez por parte del PSOE y del Gobierno, si existía un compromiso real del ejecutivo central con las ayudas al funcionamiento de las empresas en las provincias despobladas de Soria, Cuenca y Teruel.
La respuesta es un gris que, lamentablemente, resulta ser más oscuro que claro. Las ayudas fiscales para combatir la despoblación sí aparecen en los Presupuestos Generales del Estado. Lo hacen en la última de las Disposiciones Adicionales, esas que se añaden al final de un texto legislativo cuando se quiere dejar constancia de algo en un documento que ya está acabado.
Así, la Disposiciones Adicional 115 señala que “Dentro del marco establecido a nivel europeo para las ayudas estatales de finalidad regional, el Gobierno establecerá las vías para el máximo aprovechamiento de las posibilidades de ayuda existentes para las zonas con una densidad de población muy baja, en concreto aquellas con una densidad de población inferior a 12,5 habitantes por kilómetro cuadrado, así como velará por el desarrollo de planes de acción concretos que permitan contrarrestar en dichas zonas las dificultades demográficas”.
Ni rastro de despoblación, de densidad de población ni de las provincias de Soria, Cuenca o Teruel en el libro amarillo que recoge la memoria de beneficios fiscales que acompaña a los presupuestos. Ahí es donde debería quedar reflejadas estas ayudas para ponerse en marcha. Ahí es donde las mociones que se debatirán la próxima semana en el senado exigen que aparezcan con claridad las ayudas para las empresas de Soria, Cuenca y Teruel.
Sin partida presupuestaria asignada, sin decir cómo se van a articular y sin convocarlas, se podría decir que pese a aparecer en los Presupuestos las ayudas no se contemplan en los presupuestos. Esta disposición de última hora parece una patada adelante, una forma de ganar tiempo. Son, en definitiva, el Gobierno (que es quien redacta el borrador) pidiendo al propio Gobierno que aproveche las posibilidades existentes.
Aparecen y no aparecen porque se habla vagamente de ‘zonas’ en lugar de hablar de provincias como recoge el texto de la Unión Europea o, por qué no, hablar directamente de Soria, Cuenca y Teruel. Ni si quiera aparece un reflejo al famoso mapa de la despoblación en el que, supuestamente, trabajaba el ejecutivo, y que durante meses justificó toda la acción del Gobierno en esta materia.
El secretario general del PSOE, Luis Rey, en una rueda de prensa esta tarde se mostraba optimista ya que, a su juicio “el presupuesto contempla la necesidad de implantar estas ayudas” y “reconoce que UE ha aprobado la posibilidad de estas ayudas”. Lo segundo ya se sabía y no hacía falta que el Gobierno lo reconociese (porque ya lo ha hecho Bruselas) y lo primero se demuestra en otros lugares de los presupuestos.
Rey señala que “todo aquel que diga que el PSOE no quiere o no trabaja estas ayudas miente”. Aquí habría que añadir que se trata del PSOE de Soria porque el PSOE nacional que si se ha mostrado partidario de otras medidas contra la despoblación, como descentralizar instituciones de Madrid, nunca se ha mostrado claramente a favor de esta fiscalidad diferenciada.
Pese a todas las dudas, Luis Rey confía en que estas ayudas puedan estar en marcha a fecha de 1 de enero de 2022. ““Es la fecha que nos hemos puesto como objetivo y vamos a tratar de conseguirlo”. El máximo líder de los socialistas sorianos reconoce que “nos hubiera gustado que estuvieran contempladas más claramente” y recuerda que la maquinaria del Estado es lenta. Considera que estos presupuestos, cuando se aprueben, serán un ‘arma jurídica’ que garantizará que esas ayudas acaben existiendo.
“No es fácil hacer entender en Madrid la realidad de nuestros territorios”, argumenta e incide explicando que es complicado “hacer entender a Hacienda o la Seguridad Social que tiene que derivar recursos para ayudar a estas provincias”. Además, el socialista y recientemente nombrado senador habla de problemas de “encaje”.
Rey señala que el trabajo aun es arduo porque “no tenemos la certeza de que (estas ayudas) puedan venir en forma de desgravaciones a la seguridad social” y vuelve a recalcar que es imprescindible que los beneficiarios “acrediten que estas ayudas sirven para combatir el reto demográfico”.
Con todo, Rey acaba con una promesa: “Nos vamos a matar por conseguir que estas ayudas no se pierdan”.